Bruselas, 22 mar (.).- El Comité Europeo de las Regiones (CdR) incidió hoy en el "papel creciente" que deberá desempeñar el Fondo Social Europeo (FSE) en los próximos años, teniendo en cuenta los retos laborales que enfrenta la Unión Europea con el desempleo de larga duración o la integración juvenil en el mercado laboral.
"Para afrontar de forma adecuada tales retos, el FSE debe seguir siendo parte integrante de los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos y un componente fundamental de la política regional de cohesión", instó el dictamen aprobado hoy en la sesión plenaria del CdR.
La ponente del texto, la socialista italiana Catiuscia Marini, señaló que el FSE es "la herramienta más efectiva en manos de las autoridades locales" para dar una respuesta europea a los retos sociales.
"Se ha de mantener la posibilidad de que el FSE sea un fondo de gestión compartida y, en consecuencia, (el CdR) rechaza con decisión cualquier propuesta que tienda a aplicar al FSE un modelo de gestión directa por la Comisión Europea", apunta el texto.
El dictamen señala otros retos, como el envejecimiento de la población, la integración de los inmigrantes, la lucha contra la exclusión social en las zonas urbanas y la adecuación de la formación a la evolución tecnológica como algunas de las situaciones a las que el FSE debe dar prioridad.
En la actualidad, el FSE cuenta en las cuentas comunitarias con una dotación de 80.000 millones de euros para el periodo entre 2014 y 2020, y gracias a ella, señala el CdR, 9,4 millones de europeos han conseguido empleo y 8,7 millones han logrado algún tipo de cualificación.
Las regiones europeas consideran su llamamiento a la continuidad del FSE como "particularmente importante" a la luz de las propuestas de reforma que podría enfrentar esta partida de cara al próximo presupuesto plurianual para el periodo entre 2021 y 2027.
Las opciones actuales, señala el CdR, incluyen "fusionar" el FSE con otras herramientas destinadas a la promoción del empleo, como la Iniciativa Juvenil, para crear un "fondo paraguas" con reglas comunes.
El dictamen "rechaza fuertemente esta opción (...) y propone en su lugar mejorar el vínculo entre la política de cohesión y la gobernanza macroeconómica de la UE", involucrando a las regiones y autoridades locales.
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