Rafael Salido
Washington, 23 mar (.).- La Casa Blanca estipuló hoy a la Seguridad Nacional y el equilibrio comercial como únicos caminos para evitar los nuevos aranceles sobre el aluminio y el acero que entraron hoy en vigor, pero cuya lista definitiva de países afectados no se divulgará hasta el próximo 1 de mayo.
Según adelantó este jueves el responsable de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, y luego confirmó el propio presidente Donald Trump en su proclamación, el gobernante optó por suspender la imposición de dichos aranceles a la Unión Europea (UE), Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Corea del Sur y México.
"Estas suspensiones responden a diversos factores, como que existan negociaciones en marcha sobre posibles medidas para reducir el exceso en la producción global de acero y aluminio", explicó la Casa Blanca en un comunicado.
Asimismo, el Ejecutivo ha apuntado a la Seguridad Nacional como otro factor determinante a tener en cuenta a la hora de incluir o no a estos países en la lista de economías afectadas por el aumento de los aranceles, que será de un 25 % en las importaciones de acero y de un 10 % en las de aluminio.
Precisamente este punto ha resultado determinante a la hora de excluir a Argentina de esta medida que entró en vigor la pasada medianoche.
"Estados Unidos tiene una importante relación en temas de seguridad con Argentina, incluido el compromiso de apoyarnos mutuamente a la hora de encarar nuestras preocupaciones en América Latina, en particular en relación a la amenaza que representa la inestabilidad en Venezuela", apuntó la proclamación presidencial.
En similar situación se encuentra Corea del Sur, un aliado tradicional de Washington, cuyo papel se antoja fundamental a la hora de entablar negociaciones con el líder norcoreano Kim Jong-un de cara a conseguir la desnuclearización de la península coreana.
En relación a la UE, "que negociará en nombre de cada uno de sus países miembros", según aclara la proclamación firmada este jueves por el presidente Trump, el mandatario dijo haber decidido continuar las negociaciones, "al menos por el momento".
"Apenas estamos comenzando a negociar con la UE, porque ellos en gran medida han cerrado las puertas a nuestro país. Tienen barreras muy grandes, de manera que ellos pueden comerciar con nosotros pero nosotros no podemos comerciar con ellos. Simplemente no es justo", aseguró el jueves el presidente Trump.
La posibilidad de que el bloque europeo se hubiera visto afectado por la imposición de los nuevos aranceles había llevado a Bruselas a advertir a Washington de que la UE respondería con medidas similares, lo que podría haber dado pie a una guerra comercial entre ambas potencias.
El ministro de Economía alemán, el conservador Peter Altmaier, dijo hoy estar "muy contento y muy aliviado" por el hecho de que haya sido posible "alcanzar una excepción para Europa en su conjunto".
Diferente es el caso de México y Canadá, cuya posible inclusión en la lista depende, principalmente, de las conversaciones que estos dos países mantienen con Estados Unidos para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Este pasado domingo, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo haber advertido a Trump de que la imposición de estos aranceles "dañaría a trabajadores a ambos lados de la frontera" y que eso no supondría negociar "un mejor acuerdo del TLCAN".
A pesar del revuelo causado por la puesta en marcha de esta medida proteccionista, Washington ha asegurado que la lista de países afectados puede variar y se ha mostrado dispuesto a "discutir una posible suspensión" de otros países en base a futuros acuerdos.
En este sentido, el Departamento de Comercio ha invitado a los países afectados a "solicitar su exclusión" para productos específicos que podrían ser necesarios para la economía estadounidense.
"Se tendrá en consideración si un producto es fabricado en Estados Unidos con una calidad satisfactoria o en una cantidad que pueda ser considerada suficiente y razonable", concluyó la Casa Blanca.