Por Marius Zaharia
HONG KONG, 19 mar (Reuters) - Los líderes mundiales se apresuraban el jueves a fortalecer los mercados globales sacudidos por el pánico, inyectando liquidez al sistema financiero en momentos en que los inversores se están deshaciendo de sus activos, buscando efectivo ante la escalada de la pandemia del COVID-19.
Las autoridades monetarias de Estados Unidos, Europa y Asia recurrieron a medidas de emergencia después de que la epidemia dejara a sus economías virtualmente en coma, con consumidores en cuarentena, cadenas de suministro interrumpidas, el transporte paralizado y las tiendas vacías.
El total de casos de coronavirus registrados a nivel global alcanza casi los 219.000, incluidas más de 8.900 muertes asociadas al virus. Más de 20.000 de esos casos fueron notificados en las últimas 24 horas, un nuevo récord diario.
El Banco Central Europeo (BCE) lanzó nuevas recompras de deuda por valor de 750.000 millones de euros (818.000 millones de dólares) tras una reunión de emergencia a última hora del miércoles, en un intento de taponar la sangría financiera que el coronavirus está provocando en la economía de la zona euro y despejar cualquier tipo de duda sobre el futuro del bloque.
"Momentos extraordinarios requieren de acciones extraordinarias", dijo la presidenta del BCE, Christine Lagarde, cuando arrecia la preocupación por que las tensiones provocadas por la crisis puedan socavar la cohesión de la zona euro en torno a su moneda única.
En Estados Unidos, la Reserva Federal puso en marcha su tercer programa de crédito de emergencia en dos días, con el objetivo de mantener funcionando al sector de los fondos de inversión del mercado monetario, de 3,8 billones de dólares, en caso de que los inversores realicen retiradas súbitas.
El domingo, la Fed recortó sus tipos de interés a cerca de cero y prometió compras de activos por cientos de miles de millones de dólares, mientras que el Gobierno del presidente Donald Trump esbozó un paquete de estímulo de 1 billón de dólares y una propuesta de rescate.
El estado crítico de la industria es evidente en Detroit, donde las tres grandes automotrices -Ford Motor Co, General Motors Co (NYSE:GM) y Fiat Chrysler Automobiles (MI:FCHA) NV- confirmaron que cerrarán sus plantas en Estados Unidos, así como sus fábricas en Canadá y México.
La libra esterlina se hundió a su menor nivel frente al dólar desde 1985, después de que el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, dijera que no descarta ningún escenario al ser preguntado sobre la posibilidad de entregar dinero a los particulares.
Reino Unido ordenó el cierre de todas las escuelas desde el viernes, después de que el número de casos confirmados de coronavirus aumentara un 48% el miércoles.
Australia aplicó el jueves unas medidas de alivio cuantitativo históricas tras una reunión no programada y recortó sus tipos de interés por segunda ocasión en un mes. Corea del Sur advirtió de una escasez global de crédito y dijo que creará fondos de emergencia para estabilizar a los mercados financieros.
Los bancos centrales de numerosos países emergentes, desde Brasil a India, han tomado esta semana medidas para comprar deuda soberana y evitar que se disparen los costes del endeudamiento, lo que añadiría presión sobre sus economías.
A pesar de esas medidas, que junto a otras inyecciones de liquidez y estímulo anunciadas en las últimas semanas han alcanzado niveles no vistos desde la Segunda Guerra Mundial, casi todos los mercados bursátiles de Asia cerraron en rojo. Seúl, Yakarta y Manila registraron pérdidas que activaron la suspensión temporal de las operaciones.
Economistas de J.P. Morgan proyectan que la economía de Estados Unidos se contraerá un 14% en el próximo trimestre y que la de China caerá más de un 40% en el actual, uno de los pronósticos más sombríos sobre la escala potencial de las repercusiones del virus.
(Información de las redacciones de Reuters; escrito por Marius Zaharia; editado en Español por Ricardo Figueroa y Darío Fernández)