Berlín, 8 ago (EFE).- El inversor belga RHJI ha reafirmado que
mantiene su oferta sobre Opel, frente a las claras preferencias del
gobierno alemán por el austríaco-canadiense Magna para entrar en esa
compañía y a la espera de una decisión de la central de General
Motors, en Detroit.
El inversor belga ha negociado un contrato listo para ser firmado
para entrar en Opel y, "si por nosotros fuera, la decisión podría
adoptarse hoy mismo", sostiene el jefe de RHJI, Leonhard Fischer, en
declaraciones que publica mañana el diario económico alemán
"Handelsblatt".
Fischer apunta que el hecho de dar por "predeterminadas ciertas
preferencias" dificulta las de por sí complejas negociaciones y
argumenta que el estamento político no debería "estar interesado" en
ahuyentar a la competencia en ese proceso.
El responsable del inversor belga apunta así a las preferencias
hacia la oferta de Magna por parte del gobierno alemán y, más aún,
de los representantes de los "Länder" con plantas de Opel.
El comité de empresa de Opel expresó su confianza en una pronta
decisión, después de la reunión mantenida en Detroit, el viernes,
entre el jefe de GM, Fritz Henderson, y el de Magna, Siegfried Wolf.
Mientras algunos medios alemanes daban por hecho que la decisión
estaba tomada, y que sería favorable a Magna, por parte de GM se ha
insistido en que aún no se ha producido tal decisión
La central de GM ha mantenido reuniones paralelas con ambos
potenciales inversores, tras las cuales lo único que trascendió es
que fueron constructivas.
GM considera que la propuesta de RHJI es la más simple de las dos
y que hubo pocos aspectos que tratar con esta oferta.
Magna, que puja junto con el fabricante GAZ y el banco estatal
Sberbank, pide a Berlín avales por 4.500 millones de euros y es el
favorito de la plantilla de Opel y del Gobierno alemán porque su
plan es el que menos puestos de trabajo recorta en Alemania.
Con su oferta, Magna prevé adquirir un 27,5 por ciento de Opel,
mientras que sus socios rusos GAZ y Sberbank se harían con otro 27,5
por ciento, la plantilla de la firma alemana, el 10 por ciento, y GM
con el 35 por ciento restante.
Magna quiere reducir 11.600 puestos de trabajo en Opel, de ellos
2.500 en Alemania.
Además, Magna y Sberbank aportarían un capital propio de 500
millones de euros (720 millones de dólares), mientras que GAZ pone a
disposición su red de concesionarios en Rusia.
GM, sin embargo, mantiene la oferta de RHJI porque facilitaría
volver a comprar Opel tras su saneamiento y porque tiene reticencias
en ofrecer su tecnología a los rusos.
La matriz estadounidense tiene problemas respecto a la
implicación de la marca Chevrolet en Rusia, los derechos de
transferencia de la propiedad intelectual en Rusia, el acceso a la
tecnología, las responsabilidad del desarrollo de productos, así
como los derechos de accionistas minoritarios. EFE