Por Laura Sánchez
Investing.com - Repsol alcanzó en el primer trimestre de 2020 un resultado neto ajustado de 447 millones, lo que supone un descenso del 27,7% respecto a los 618 millones del mismo periodo del ejercicio pasado, según ha informado la compañía.
"Este resultado, que mide específicamente el comportamiento de los negocios de la compañía, se obtuvo en un contexto de excepcional complejidad, marcado por una fuerte caída de los precios del crudo y del gas, y la drástica disminución de la demanda provocada por el Covid-19", apunta la firma en su comunicado.
Repsol (MC:REP) mantuvo activas sus instalaciones y desempeñó un papel de servicio público esencial en la crisis sanitaria global. El modelo de negocio integrado de la compañía, junto con su flexibilidad y resiliencia, fueron fundamentales para que sus negocios lograsen un sólido resultado en este escenario tan adverso.
La volatilidad de los precios del petróleo y caída de las materias primas internacionales redujo de manera extraordinaria la valoración de los inventarios de Repsol, con un impacto negativo de 790 millones de euros, por lo que el resultado neto del primer trimestre de 2020 fue de -487 millones.
El Consejero Delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, destacó la respuesta de la compañía ante la pandemia: “Estoy orgulloso de la forma en que Repsol se ha adaptado a este escenario, y ha empleado todas sus capacidades tecnológicas, industriales y humanas también para luchar contra el coronavirus. Nuestra compañía cuenta con una cultura de disciplina, flexibilidad y cooperación que nos permite afrontar retos como el que esta crisis está representando. Esta cultura también es fundamental para resolver los desafíos a los que se enfrenta nuestra industria, ante los que reafirmamos nuestro compromiso de liderar la transición energética”.
Para hacer frente a las presentes circunstancias, Repsol adoptó un Plan de Resiliencia para 2020, que contempla la puesta en marcha de iniciativas que supondrán reducciones añadidas de más de 350 millones de euros en los gastos operativos y de más de 1.000 millones en las inversiones, así como optimizaciones del capital circulante próximas a 800 millones de euros respecto de las métricas inicialmente presupuestadas.
Pese a este contexto, Repsol garantiza el compromiso de remuneración al accionista durante 2020. Por lo tanto, se prevé que en el mes de julio se abonen 0,55 euros por acción, bajo la fórmula de scrip dividend, en sustitución del dividendo complementario, una vez sea aprobado por la próxima Junta General de Accionistas.