Toronto (Canadá), 14 jun (EFE).- El Gobierno canadiense defendió
hoy su decisión de invitar a la Cumbre del G8, que se celebrará a
finales de junio en las cercanías de Toronto, a los jefes de Estado
de 10 países en vías de desarrollo, entre ellos Colombia y Haití.
Ayer, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, anunció que
invitó a los jefes de Estado de Argelia, Colombia, Egipto, Etiopía,
Jamaica, Haití, Malawi, Nigeria, Senegal y Sudáfrica, a atender una
sesión especial durante la Cumbre del G8 que se celebra los días 25
y 26 de junio en la localidad de Huntsville.
Harper justificó la decisión para "ampliar la representación y
conseguir los máximos resultados en desarrollo internacional, paz y
asuntos de seguridad".
Pero el diputado del socialdemócrata Nuevo Partido Democrático
(NPD) Paul Dewar acusó hoy a Harper en el Parlamento canadiense de
invitar a "líderes que comparten su ideología conservadora como el
presidente de Colombia".
El ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Lawrence Cannon,
defendió la decisión de Harper y dijo que es una tradición que la
presidencia del G8, que este año ejerce Canadá, invite líderes de
otras naciones "para poder discutir asuntos relacionados con
desarrollo, seguridad mundial".
La organización de las Cumbres del G8 y el G20, está última se
celebrará los días 26 y 27 de junio en el centro de Toronto, está
siendo fuertemente criticada en Canadá tanto por los costes
asociados como por sus contenidos.
Precisamente hoy, Harper mantuvo conversaciones telefónicas con
los líderes de Indonesia, India, Alemania e Italia en preparación
para las Cumbres del G8 y G20.
Hoy, el Partido Liberal, el principal grupo de la oposición,
lanzó una campaña publicitaria para denunciar el "derroche" de
momento de 1.100 millones de dólares en la organización de dos
cumbres que durarán 72 horas.
De esta cantidad casi 1.000 millones de dólares corresponden a
medidas de seguridad, casi 50 veces más que la Cumbre del G20
celebrada el año pasado en Pittsburg (EE.UU.).
Además, los partidos de la oposición y los medios de comunicación
denunciaron la semana pasada que el centro de prensa de Toronto,
desde donde miles de periodistas seguirán los dos encuentros,
contará en su interior con un lago artificial y otras decoraciones,
que costará unos 2 millones de dólares.
"En un momento en que los líderes mundiales están recomendando
restricciones, la foto del G8/G20 es un viaje para el ego de Stephen
Harper que los canadienses no se pueden permitir", afirmó el Partido
Liberal.
También hoy, un grupo de organizaciones medioambientales
canadienses denominado Red de Acción Climática (RAC) de Canadá
denunciaron que, por primera vez desde 1994, la Cumbre del G8 no
incluirá una reunión de los ministros de Medio Ambiente de los
países desarrollados.
"Desgraciadamente vemos la escasa importancia que Harper le
quiere dar al cambio climático de cara al G8/G20 a pesar de las
peticiones del secretario general de las Naciones Unidas o del
presidente mexicano, Felipe Calderón, de colocar el cambio climático
en la agenda" afirmó su representante, Steven Guilbeault.
RAC señaló durante una rueda de prensa telefónica que es
"hipócrita" invitar a siete países africanos gravemente afectados
por el cambio climático y no tener en la agenda el tema. EFE
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