Lisboa, 8 jul (EFE).- La jornada de protesta nacional convocada
hoy por los principales sindicatos portugueses contra la política
económica del Gobierno tuvo poca incidencia y, en Lisboa, la policía
cifró en cinco mil los manifestantes que desfilaron por la ciudad.
Con pancartas en las que se leía "no al desempleo y la
precariedad" los manifestantes llegaron hasta la residencia del
primer ministro José Sócrates y corearon lemas contra las medidas de
ahorro en el sector público decididas por su Gobierno socialista
ante la crisis económica del país y la desconfianza de los mercados.
La protesta fue convocada por la Confederación General de
Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista), que organizó marchas y
concentraciones en las principales ciudades del país también con
limitada respuesta, según diversos medios lusos.
En la manifestación de Lisboa, el líder de la CTGP, Manuel
Carvalho da Silva, exigió al Gobierno un cambio de rumbo para no
castigar a las capas sociales más débiles con sus medidas
económicas.
Los participantes en la protesta de la capital hicieron público
un manifiesto en el que anunciaron nuevas acciones de presión en las
próximas semanas y criticaron los recortes de los subsidios
sociales.
El secretario general del Partido Comunista, Jerónimo de Sousa,
se sumó a la concentración y criticó la "injusticia" de la política
económica de Sócrates.
Frente a las decenas de miles de personas que en los últimos dos
años reunieron los sindicatos y partidos de izquierda marxista en
varios actos contra la política de los socialistas, la jornada de
hoy tuvo menor seguimiento.
La huelga de empleados de ferrocarriles, la tercera en los
últimos dos meses, convocada en el marco de la protesta, registró
también una incidencia limitada y sólo afectó al 10% de las
principales conexiones del país, según la empresa Trenes de Portugal
(CP).
No obstante, los convocantes del paro cifraron la adhesión en el
50% de los trabajadores de CP y de la Red Ferroviaria Nacional
(REFER).
Portavoces de la empresa explicaron que hasta la tarde sólo se
habían suprimido una treintena de servicios de las cercanías de
Lisboa -que ronda los dos millones de habitantes- equivalentes al
10% de los servicios programados.
En la región norte, en el área de influencia de Oporto, la
segunda mayor ciudad del país, aseguraron que hubo aún menos
incidencia del paro.
La huelga fue la principal movilización organizada por la CGTP en
protesta contra las medidas anticrisis de los socialistas, que
incluyen congelación de salarios y reducción de gastos en el sector
público así como privatizaciones para reducir el déficit estatal
luso desde el 9,3% actual a menos del 3% en 2013. EFE