Caracas, 13 sep (EFE).- El Gobierno venezolano anunció hoy que
asumirá los costos de la defensa judicial de víctimas de lo que
denominó "masiva estafa inmobiliaria", aunque llamó a los presuntos
estafadores a evitar los tribunales.
"El Gobierno, a través de la Vicepresidencia de la República,
asume las acciones inmediatas que permitan restituir los derechos de
miles de familias" víctimas de "sectores monopólicos de la
construcción que esperamos que, antes de que nosotros también
tomemos medidas contundentes", asuman sus responsabilidades, dijo en
rueda de prensa el vicepresidente del Ejecutivo, Elías Jaua.
El ministro de Comercio, Richard Canan, junto a representantes de
"novecientos venezolanos que han denunciado" formalmente a 30
empresas constructoras de viviendas, dijo que otro número no
determinado de venezolanos sin vivienda "han sido asimismo
estafados" y los llamó a unirse a quienes se han organizado.
"Las constructoras violan los contratos inicialmente firmados al
cobrar cuotas extraordinarias o adicionales o incrementarlas de
acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC), que no puede ser
reconocido en estos casos", subrayó Canan.
Horacio Rangel y Luisa Calzado, que dijeron representar a cerca
del millar de afectados que ya recurrieron a la Justicia, aseguraron
que las empresas constructoras a las que han denunciado están
presionando a otros afectados a firmar nuevos contratos.
"No hagan contratos nuevos, el Gobierno nos está apoyando. No
permitamos que nos sigan estafando", exhortó Calzado.
El ministro también exhortó a estos últimos no aceptar la
devolución de dineros por parte de las constructoras, modalidad a la
cual dijo han apelado algunas de ellas a cambio de que los afectados
desistan de sumarse a las acusaciones judiciales.
El déficit de vivienda llega en Venezuela a alrededor de dos
millones de casas, lo que aumenta en 100.000 unidades cada año,
según diversas fuentes.
Chávez ha reiterado públicamente en las últimas semanas que el
ritmo de reducción de ese déficit es uno de los asuntos que más lo
frustra y, en ese sentido, recordó que a mediados de 2005 regañó en
público al entonces ministro de Vivienda, Julio Montes, cuando este
le informó que en el primer trimestre de ese año se construyeron
apenas 2.275 viviendas.
"¡Eso es nada! ¡Es nada!, a ese paso nos espera la eternidad",
subrayó entonces Chávez, tras admitir estar "sumamente inconforme"
con el resultado de su Gobierno "en este tema".
El mandatario afirmó que decidió "asumir personalmente el tema de
la vivienda", al recibir en Caracas en abril pasado al primer
ministro ruso, Vladimir Putin, quien dijo a su vez estar "impactado
por los ranchos", como llaman los venezolanos a las viviendas
precarias.
Previamente, en marzo de este año Chávez pidió a su colega
bielorruso, Alexander Lukashenko, asimismo de visita oficial,
aumentar de 5.000 a 10.000 las viviendas que ese mes comenzaron a
construirse en el estado de Aragua (centro oeste) con financiación
de ese país europeo.
Palo en mano, ambos arrojaron unas capas de cemento en los
cimientos de las primeras casas inmediatamente después de ser
informados de que en Aragua se necesitan 120.000 viviendas
adicionales a las 5.000 financiadas por Bielorrusia, del total de
dos millones de unidades del déficit nacional de viviendas. EFE