Bruselas, 2 mar (EFE).- El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, aseguró hoy que vigilar la evolución de los costes salariales es "clave" para que la zona del euro no siga perdiendo competitividad y defendió la necesidad de coordinar medidas para afrontar este problema, aunque respetando la soberanía de cada país.
El presidente del Consejo Europeo es el encargado de buscar puntos de consenso entre los 17 países de la moneda única sobre el plan exigido por Alemania para impulsar la competitividad en la región, que será discutido en la cumbre extraordinaria de la zona euro que se celebrará en Bruselas el 11 de marzo.
Uno de los puntos más polémicos planteados por Berlín es la eliminación de las cláusulas de subida salarial ligadas a la inflación, asunto que ha levantado la oposición de socios como Bélgica o Luxemburgo.
A juicio de Van Rompuy, no se trata de "imponer" a los países "un sistema por encima de otros", sino de vigilar la evolución de los costes salariales y acordar, al más alto nivel, las medidas para solucionar este problema, cuando se detecte que los salarios suben a mayor ritmo que la productividad.
Por ejemplo, Van Rompuy explicó que los costes salariales podrían compararse con los de los tres principales socios comerciales del país para determinar su competitividad -los principales socios de la zona euro son Reino Unido, Estados Unidos y China-.
En todo caso, eso no significa que cada país, en el ejercicio de "sus competencias nacionales", pudiera acordar con los agentes sociales las iniciativas pertinentes, según Van Rompuy, quien explicó que de lo que se trata es de que, al final, haya "un resultado".
"No hay otra opción para lograr una zona euro más homogénea y evitar los problemas que tenemos ahora", explicó Van Rompuy, que hizo estas declaraciones en una conferencia sobre la unión monetaria celebrada en Bruselas.
A comienzos de semana, Van Rompuy presentó los países del euro su visión sobre el plan para impulsar la competitividad - incluido el espinoso asunto de los costes salariales- en la que según los observadores se han desdibujado algunas de las ideas iniciales de Alemania para evitar el rechazo de otros socios.
A este respecto, Van Rompuy negó hoy que su propuesta suponga "aguar" el planteamiento inicial, sino ampliarlo, teniendo en cuenta que "la misma talla no vale para todos" los países.
Asimismo, el presidente del Consejo aseguró que los 27 estados de la Unión Europea están convencidos de que "tienen que hacer más" para mejorar la competitividad, y que es "esencial" ir más allá de las medidas diseñadas hasta ahora para salir de la crisis.
También reiteró que el pacto entre los países del euro estaría abierto en todo momento al resto de miembros de la UE que conservan sus propias monedas.
El pacto de competitividad se incluirá dentro de un paquete más amplio de iniciativas contra la crisis de la deuda que se pretende adoptar en la cumbre de líderes de la UE del 24 y 25 de marzo.
Francia y, sobre todo, Alemania han impulsado esta iniciativa como condición para aceptar la ampliación y flexibilización del fondo de rescate para países endeudados, incluido en ese paquete.
La iniciativa franco-alemana ha recibido las críticas de algunos gobiernos e instituciones europeas tanto por las medidas concretas como por la fórmula elegida, que deja de lado el método comunitario y apuesta por una coordinación puramente intergubernamental. EFE