La Habana, 22 nov (.).- El Banco Nacional de Cuba (BNC) reiteró este viernes que no reconoce a CRF como acreedor de una deuda impagada de 72 millones de euros que reclama el fondo inversor, pero defendió su "voluntad de diálogo".
En un escueto comunicado, dos días después de que un tribunal inglés rechazara un recurso del BNC en su litigio con CRF, la entidad sostuvo que ahora "analiza su posición de defensa" para los "próximos pasos a seguir".
El Tribunal de Apelación de Londres falló el martes que CRF, al que La Habana considera "un fondo buitre", es el acreedor legítimo del antiguo banco central para el cobro de esa deuda, lo que le da paso a reclamarla en otro proceso.
El fondo -registrado en 2009 en las Islas Caimán- aseguró que seguirá con su litigio si el BNC no accede a negociar la reestructuración de la deuda impagada.
Por su parte, el BNC reafirmó que CRF "no mantiene ninguna relación con los instrumentos financieros de la institución y, por ende, no ha sido ni es acreedor" legítimo de esa deuda.
CRF asegura que, desde 2013, hizo "esfuerzos persistentes" para interactuar con las autoridades cubanas "a fin de negociar de buena fe" una "resolución justa" sobre la deuda, de la cual posee una cartera estimada en un valor total de unos 1.200 millones de euros, aunque ahora no la reclame en su totalidad.
Tras analizar el caso en julio, el Tribunal respaldó el dictamen de abril de 2023 de la jueza Sara Cockerill, quien concluyó en primera instancia que el BNC, hoy dedicado a la gestión de la deuda externa anterior a 1997, reconoció oficialmente a CRF como acreedor en 2019.
La magistrada aceptó, no obstante, que el Estado de Cuba no podía considerarse como el garante de esa deuda impagada.
Al presentar su recurso, el BNC sostuvo que Cockerill se equivocó al dar por buena la cesión a CRF de los derechos contractuales sobre los títulos derivados de los préstamos originales concedidos por dos bancos europeos, firmada en noviembre de 2019 por su exdirector de operaciones Rául Olivera Lozano, encarcelado en Cuba en relación a este caso.
El BNC argumentó que esa cesión no fue válida porque Olivera no siguió los procesos internos adecuados.
El BNC adujo además que no recibió en la forma requerida el preaviso necesario para la reasignación de la deuda, que contrajo inicialmente en 1984 con Credit Lyonnais e Instituto Banco Italiano y que transfirió después al ICBC (HK:1398) Standard Bank (filial británica del banco chino ICBC), del cual la obtuvo CRF.
En el fallo de este martes el tribunal constata que esos contratos "están gobernados por la legislación inglesa" y, en ellos, el BNC "se comprometía a aceptarla" y "a renunciar a alegar inmunidad soberana".