Por Carjuan Cruz
Investing.com - Una llamada de 90 minutos entre Joe Biden, presidente de Estados Unidos, y Xi Jinping, presidente de China, fue suficiente para mejorar las expectativas sobre un mejor rumbo en las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo y lo que pueda significar para la recuperación y fortaleza de ambas naciones.
La noticia pintó verde los mercados, después de una semana negativa. El S&P 500 y el Dow Jones subían y las expectativas positivas para el sector tecnológico impulsaron el Nasdaq.
El acercamiento de Biden a Xi busca acelerar las relaciones entre los altos funcionarios de ambos gobiernos que no avanzaban al ritmo que quería el presidente estadounidense y eran descritas como improductivas.
Lejos de emprender un camino de entendimiento, en los últimos siete meses, desde que hablaron luego de que Biden asumiera el poder en Estados Unidos, las tensiones no mejoraron, hasta ahora que una llamada pudiera ser el inicio de un cambio de rumbo.
"Ambos líderes han intentado limar las asperezas provocadas por el origen del Covid-19 y han apostado por el pragmatismo. Su objetivo es que las relaciones comerciales y diplomáticas no se dirijan hacia la confrontación, pese a que ambos países chocan en muchos aspectos", señala Jorge Gordillo, director de análisis económico de la entidad financiera CIBanco.
Legado de Trump
Las relaciones entre los dos países se volvieron realmente difíciles desde la presidencia de Donald Trump cuando inició una guerra de aranceles entre los dos países que provocó se añadieran alrededor de 300,000 millones de dólares en tasas punitivas. También se establecieron sanciones y restricciones a las exportaciones de alta tecnología.
Y es precisamente este aspecto uno de los que más atención se lleva en los sectores económicos. Por lo menos tres cuartas partes de las empresas estadounidenses dicen que sus operaciones se ven afectadas por el incremento de estos impuestos.
Según reporte de Bloomberg, las exigencias de China incluirían además eliminar sanciones, levantar las restricciones a las importaciones de tecnología, como los equipos de fabricación de semiconductores, y también la extradición de Meng Wanzhou, ejecutiva de Huawei Technologies.
Estados Unidos, por su parte, quiere que los canales de comunicación sean más efectivos para lograr mayor cooperación en la lucha contra el cambio climático y los derechos humanos. Sin dejar de hacer énfasis en los temas económicos como el comercio y la competencia.
“Los dos líderes discutieron la responsabilidad de ambas naciones para garantizar que la competencia no se convierta en un conflicto”, se indica en un comunicado de la Casa Blanca.
Y, según los medios chinos, hay disposición de parte de XI, según informan le habló a Biden de oportunidades condicionales para la cooperación entre los dos países sobre el clima, la prevención de Covid, la recuperación económica y los principales problemas internacionales y regionales.