Madrid, 16 mar (EFE).- La crítica situación de la central atómica de Fukushima, tras el terremoto y el posterior "tsunami" del pasado viernes en Japón, ha obligado a varios países a revisar la seguridad de sus plantas y a otros replantearse su política nuclear de cara al futuro.
China, España y Bélgica van a someter a un exhaustivo análisis la seguridad de sus centrales, sumándose así a Francia, Rusia, Suiza o Alemania, país que incluso ha detenido momentáneamente la ampliación de la vida útil de las plantas.
Tailandia paralizará la construcción de cinco centrales, mientras que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció la congelación de los proyectos preliminares de "programa nuclear pacífico" de su Gobierno.
Un día después de que la Unión Europea anunciase que someterá a sus instalaciones nucleares a pruebas voluntarias de resistencia, el grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo reclamó hoy el cierre de todas las centrales construidas en la UE antes de 1980, tal y como ha hecho Alemania.
Los eurodiputados ecologistas también pidieron la desactivación progresiva de todos los reactores operativos en Europa y su sustitución por fuentes de energías renovables, porque el caso de Japón "nos ha enseñado que lo improbable no es imposible", según el copresidente del grupo Daniel Cohn-Bendit.
Mientras las pastillas de yodo se vendían masivamente en EEUU ante el aumento del pánico entre la población, el presidente Barack Obama aseguraba el martes que las centrales nucleares del país están supervisadas muy estrechamente y han sido diseñadas para resistir todo tipo de desastres naturales, incluidos los terremotos.
Pero reconoció que "debemos examinar cómo podemos mejorar la seguridad y el funcionamiento de estas plantas".
El Gobierno chino pidió hoy que se realicen controles de seguridad en las plantas operativas y en las que se construyen.
China, que cuenta en la actualidad con 13 reactores nucleares en funcionamiento en cuatro centrales ubicadas en su costa oriental, y una veintena más se encuentra en construcción, está inmersa en un ambicioso plan para construir 60 reactores adicionales antes de 2020 y aumentarlos hasta el centenar en 2030.
También España ha encargado una revisión completa de las centrales nucleares e informes sobre el riesgo sísmico y de inundación, informó el ministro de Energía, Miguel Sebastián.
En el caso de la central española de Cofrentes (Valencia), una instalación similar a la de Fukushima, los estudios tendrán carácter "prioritario".
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, explicó en el Parlamento la decisión respecto a las seis centrales nucleares en explotación y ocho reactores operativos que hay en España.
En Bélgica, el Gobierno anunció que, en consonancia con la medida de carácter voluntario acordada el martes por la UE, expertos internacionales independientes analizarán la seguridad de los siete reactores nucleares que operan actualmente.
Los resultados de estas pruebas se harán públicos hacia finales de año, anunció el ministro de Energía, Paul Magnette, quien también pidió que el debate sobre el funcionamiento de las centrales no se abra hasta que se conozcan dichas conclusiones.
Tailandia paralizó el proyecto para construir cinco centrales nucleares, la primera de las cuales, con una capacidad prevista de 1.000 megavatios, estaba prevista para 2020.
Malasia ha reaccionado con cautela y su ministro de Energía, Peter Chin Fah Kui, manifestó que tras lo sucedido en Japón es necesario investigar la idoneidad de construir dos centrales nucleares de 1.000 megavatios, la primera prevista para 2021.
En Venezuela, Chávez anunció que se paralizaban los planes preliminares de "programa nuclear pacífico" de su Gobierno tras la "tragedia" de Japón, que, según el presidente, alterará "de manera muy fuerte los planes de desarrollo de la energía nuclear en el mundo".
"He ordenado (...) que congelemos los planes que hemos venido adelantando, estudios muy preliminares, del programa nuclear pacífico venezolano", indicó Chávez, en alusión a acuerdos incipientes principalmente con Rusia, de los cuales no hay mayores detalles. EFE
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