Bruselas, 18 ene (.).- La Comisión Europea (CE) dio este martes luz verde a la iniciativa francesa de conceder un préstamo de 20 millones de euros a la aerolínea Air Austral, cuya base de operaciones está en la isla gala de La Reunión.
Bruselas indicó en un comunicado que la compañía aérea hace frente a necesidades de liquidez “apremiantes” y que sufre dificultades financieras debido a “la dureza y persistencia” de la pandemia de coronavirus en los territorios de ultramar en los que opera.
Según el Ejecutivo comunitario, Air Austral asegura la continuidad territorial de La Reunión y de islas vecinas en el Océano Índico, sobre todo, de Mayotte, con la Francia metropolitana. También opera conexiones aéreas con países del sudoeste del Índico y países de Asia.
El préstamo del Estado francés pretende proporcionar a la empresa la tesorería necesaria para elaborar un plan de reestructuración y continuidad de sus actividades.
Las directrices de la Comisión sobre las ayudas de Estado para la reestructuración permiten a los países apoyar a compañías en dificultades si el respaldo público es “limitado en el tiempo, bien dirigido y proporcionado”. Igualmente, las empresas deben pagar una remuneración adecuada al Estado y debe limitarse el efecto negativo de las medidas sobre la competencia.
Bruselas considera que, en el caso de Air Austral, Francia ha demostrado que la cantidad del préstamo es “proporcionada con respecto a las necesidades de financiación”.
Además, el préstamo, cuyo vencimiento está fijado en seis meses, “irá acompañado de un tipo de interés suficientemente remunerador para la ayuda”.
“A falta de reembolso en un plazo de seis meses a partir de la fecha de la subvención, Francia se ha comprometido a notificar a la Comisión un plan de reestructuración para restablecer la viabilidad a largo plazo de la empresa o un plan que lleve a la salida de Air Austral del mercado”, agregó la CE.
El préstamo preservará en el corto plazo las actividades de la aerolínea y contribuirá a evitar pérdidas “inmediatas”, de acuerdo con el Ejecutivo comunitario.
Bruselas opina que el efecto positivo de la ayuda es superior a la potencial distorsión de la competencia generada por la ayuda, por lo que dio hoy su visto bueno.
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