Estrasburgo (Francia), 22 nov (.).- La Comisión Europea (CE) afirmó este martes que está trabajando en intentar "simplificar" las reglas comunitarias sobre reducción del déficit y la deuda públicos y en ser "eficaz".
"Estamos trabajando para intentar simplificar (las normas) y ser eficaz. ¿Fuimos eficaces en los últimos diez o veinte años? Creo que fuimos eficaces, más o menos, en una sola cosa, que fue este umbral del 3 % (del PIB) para el déficit. Esto era claro, comprensible y no siempre, pero más o menos respetado", declaró el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni.
El político se pronunció así durante un debate en la Eurocámara sobre la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que pide reducir la deuda por debajo del 60 % del producto interior bruto (PIB) y que el déficit sea inferior al 3 %.
El 9 de noviembre, el Ejecutivo comunitario presentó un documento no legislativo que plantea dar más flexibilidad a los países para reducir sus niveles de deuda y déficit en función de su situación nacional, pero a cambio sugiere introducir sanciones más automáticas en casos de incumplimiento, aunque serían de menor cuantía.
El documento elimina la regla que obliga a los socios a reducir cada año un veinteavo del exceso de deuda en favor de una senda específica diseñada por cada Gobierno en función de su situación fiscal. El Pacto de Estabilidad y Crecimiento actual se ha considerado difícil de aplicar.
"¿Fuimos eficaces en la reducción de la deuda? No, honestamente. Teníamos esta norma muy ambiciosa sobre la deuda del 60 %, pero no era eficaz. ¿Fuimos eficaces en la calidad del gasto y las inversiones públicos? No lo fuimos. Tras la crisis financiera (de 2008), desafortunadamente, la inversión pública bajó y bajó", constató Gentiloni.
Agregó que tener "ahora una senda más realista de reducción de la deuda y un incentivo para la inversión", desde el punto de vista de Bruselas, "debería funcionar o, al menos, podría funcionar".
El nuevo indicador clave para determinar el ajuste y evaluar si los Estados cumplen será una "senda de gasto neto", que se traducirá en topes al gasto público en los presupuestos anuales.
Los países tendrán que presentar "planes fiscales a medio plazo", para un periodo de cuatro años, que garanticen que la deuda entra en trayectoria descendente y el déficit se mantiene por debajo del 3 %.
Los gobiernos podrán recibir hasta tres años adicionales para acometer el ajuste previsto cuando propongan reformas e inversiones que impulsen el crecimiento y la sostenibilidad fiscal o cumplan recomendaciones de Bruselas.
El comisario de Economía afirmó que el objetivo de la Comisión es "fortalecer el papel de los gobiernos nacionales y parlamentos" en los aspectos relacionados con la gobernanza económica en la Unión Europea.
Aseguró que si van a ser "exitosas" las estrategias de reducción progresiva de la deuda y de incremento "de la calidad del gasto público", se necesita que los gobiernos y parlamentos nacionales sean "dueños" de ellas y "no solo dictadas por un mecanismo o límite común" del club comunitario.
Asumió que el enfoque "diferenciado" para cada Estado miembro " tiene que ser compatible con el marco común".
"Por eso, proporcionaremos una referencia común al inicio del proceso. Referencia no significa recetar, es una referencia, lo que significa que los Estados miembros elaborarán sus propios planes tomando en consideración estas referencias, así que creo que el papel nacional podría fortalecerse y esto es una garantía de eficacia", expresó.
Sobre la propuesta de que las sanciones sean más leves, confió en que esos castigos se puedan aplicar "realmente", al contrario de lo que sucede en la actualidad.
Recalcó que el aumento de la deuda pública derivado de la crisis del coronavirus, consecuencia del gasto público para apoyar a empresas y trabajadores ante los confinamientos, no es "una receta para nuestro futuro".
"No estamos proponiendo esta respuesta de emergencia a esa crisis como el camino adelante, incrementar la deuda para tener crecimiento. Para tener crecimiento necesitamos invertir en nuestras prioridades, fortalecer la competitividad europea, confirmar nuestro liderazgo en la transición ecológica. Estas acciones nos permitirán fortalecer nuestro crecimiento", señaló.
El vicepresidente económico de la CE, Valdis Dombrovskis, apuntó que la regla sobre el veinteavo de la deuda "realmente no se aplica", y dijo que seguir insistiendo en implementarla "probablemente" no cambie esa situación.