La Casa Blanca acaba de incrementar sus proyecciones de déficit que pasaron de US$ 1,75 billones a US$ 1,84 billones.
El dato representa un déficit del 12% en términos del Producto Bruto Interno (PBI), sin dudas un nivel que sólo puede sostenerse para una economía como la estadounidense (aunque no por mucho tiempo).
Con este nivel de déficit fiscal, cada vez se hace más evidente la necesidad de una urgente corrección en el desequilibrio de las cuentas públicas si es que se pretende mantener la estabilidad económica.
A pesar de la necesidad de ordenar las cuentas públicas, para el 2010 se espera que el déficit fiscal se mantenga elevado, e incluso por encima de lo que se esperaba en un principio. Ahora las proyecciones para el año fiscal 2010 ascienden a un rojo de US$ 1,26 billones, esto es, un 8,5% del PBI.
La continuidad del déficit en las cuentas públicas puede representar un elemento negativo para la fortaleza futura del dólar, lo cual podría tener implicancias inflacionarias a futuro.