Bruselas, 25 nov (.).- La Comisión Europea (CE) adoptó este jueves una revisión de las normas sobre ayudas de Estado para los Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (PIICE) que, entre otras iniciativas, facilita la participación de las pymes.
Los PIICE son proyectos transfronterizos de innovación e infraestructura de vanguardia liderados por los Estados miembros "que pueden contribuir de manera significativa al logro de las estrategias de la UE", como la digitalización o el Pacto Verde Europeo, indicó la CE en un comunicado.
Al mismo tiempo, generan "efectos positivos indirectos que benefician a la economía de la UE y a sus ciudadanos en general más allá de los Estados miembros participantes", añadió el Ejecutivo comunitario.
Abordan ámbitos como el hidrógeno, la nube, la salud y la microelectrónica.
"Nuestras normas sobre ayudas estatales relativas a Proyectos Importantes de Interés Común Europeo permiten a los Estados miembros y a la industria invertir conjuntamente en innovación e infraestructuras punteras. Lo hacen cuando el mercado no lo hace por sí solo, porque los riesgos son demasiado grandes para que un solo Estado miembro o empresa puedan asumir dicha inversión", declaró la vicepresidenta de la CE encargada de Competencia, Margrethe Vestager.
En concreto, Bruselas ha adoptado una comunicación revisada que se aplicará a partir del próximo 1 de enero y que establece los criterios para que la Comisión evalúe el apoyo de los Estados miembros a los PIICE transfronterizos que "superen las deficiencias del mercado y faciliten una innovación puntera en sectores y tecnologías clave e inversiones en infraestructuras, con efectos indirectos positivos para la economía de la UE en su conjunto".
Las nuevas normas facilitan la participación de las pymes en los PIICE y "mejoran los beneficios de su participación a través de facilidades específicas para la evaluación de la compatibilidad de la ayuda a las pymes, como la posibilidad de que las empresas más pequeñas tengan una contribución propia a los proyectos más limitada de lo requerido en otros casos".
También se fomenta la colaboración entre las grandes empresas que participan en un PIICE y las pymes.
Además, se refuerza "el carácter europeo y abierto" de los PIICE, ya que esos proyectos deben implicar al menos a cuatro Estados miembros y se exige que se diseñen "de manera transparente e inclusiva".
"De este modo, se garantiza que todos los Estados miembros sean informados de la posible existencia de un proyecto de este tipo, por ejemplo, mediante contactos preparatorios y reuniones, y que se les dé la oportunidad de participar, en el caso de estar interesados", explicó la Comisión.
Las reglas revisadas, asimismo, adaptan sus objetivos a las prioridades actuales de la Unión Europea, como la transición ecológica. En ese sentido, se exige a los países aportar pruebas de que los proyectos no producen "un perjuicio significativo" al medio ambiente.
La comunicación también aclara los criterios para combinar los fondos nacionales y de la UE y mantiene salvaguardias para garantizar que la ayuda se limite a lo necesario y evitar "falseamientos indebidos de la competencia".
Dado que los PIICE se financian con cargo a los presupuestos nacionales, los Estados miembros tienen un papel destacado para determinar el alcance del proyecto, seleccionar empresas participantes y acordar la gobernanza del proyecto.
El apoyo público de los Estados miembros a los proyectos y empresas participantes, que constituye una ayuda estatal con arreglo a las normas de la UE, debe notificarse a la Comisión para su evaluación y aprobación.
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