Bruselas, 15 jun (.).- La Comisión Europea y la Organización Europea para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) consideran que el aumento de la tasa de inflación en la Unión Europea (UE) será temporal por lo que, si bien llaman a vigilarlo, no creen que sea motivo de alarma excesiva o que justifique adelantar la retirada de estímulos.
"Creo que la discusión sobre la inflación, que es seria e importante, no debería socavar el mantra que hemos estado repitiendo estas semanas contra una retirada prematura de las políticas fiscales de apoyo", dijo el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, en una conferencia virtual organizada por la Asociación de Mercados Financieros en Europa.
Gentiloni argumentó que hay "fuertes elementos" para pensar que el incremento de los precios será temporal, un diagnóstico en el que coincide la economista jefe de la OCDE, Laurence Boone, quien anticipó que la subida durará "hasta finales de año o quizá un poco más".
"Deberíamos tener cuidado cuando interpretamos la evolución a corto plazo de la inflación. Deberíamos estar vigilantes, pero mantener la calma", afirmó.
La tasa de inflación en la eurozona comenzó a subir en enero de este año, al 0,9 %, y en mayo alcanzó el 2 %, según las primeras estimaciones; si bien el aumento de la inflación subyacente, que excluye el efecto de los precios de energía y alimentos frescos por ser los más volátiles, fue más contenido, hasta el 0,9 % en mayo.
El temor es que el aumento del gasto por la demanda acumulada durante la pandemia de la covid provoque una subida de la inflación que obligue a endurecer la política monetaria europea -aumentado tipos de interés o reduciendo compras de deuda- o que Estados Unidos tome esta vía mientras que Europa mantiene condiciones más acomodaticias, lo que podría afectar a la divisa.
En este sentido, Gentiloni consideró que el Banco Central Europeo tomó la decisión "adecuada" la semana pasada al mantener sus estímulos a la economía europea pese a la inflación.
El comisario señaló que será necesario "vigilar muy de cerca" el aumento de los precios y que no está claro que la evolución en EE.UU. y Europa vayan a ir en paralelo, pero llamó a "mirar también al efecto positivo del paquete de estímulos de EE.UU., no solo al riesgo de inflación o de diferentes políticas monetarias".
Bruselas, señaló, espera que el estímulo adoptado por la administración Biden impulse un 0,5 % adicional el crecimiento en Europa "así que deberíamos vigilar la situación, pero sin mirar solo al lado peligroso".
Para la economista jefe de la OCDE, aún cuando hubiese un aumento de los tipos de interés en el mercado estadounidense, los inversores son conscientes de que la recuperación en Europa es "más gradual" y de que la organización fiscal no es la misma.
Boone admitió que la subida de la inflación supone un riesgo a la baja para la economía europea, pero explicó que se debe a un desajuste entre la demanda, que se ha recuperado muy rápido con la reapertura de la economía, y la oferta, que no evoluciona tan rápido.
Y subrayó, en este sentido, que "los gobiernos pueden hacer mucho para adaptar la oferta a la demanda, eliminando barreras políticas o comerciales para aumentar la capacidad productiva".
"Creo que (la subida) durará quizás algunos meses y después, con la política monetaria y fiscal (...), minimizaremos las tasas. No veo un peligro de inflación a medio y largo plazo", dijo por su parte el ministro esloveno de Finanzas, Andrej Sircelj, cuyo país tomará las riendas del Consejo de la UE el 1 de julio.
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