Por John O'Donnell
FRÁNCFORT (Reuters) - Los inversores adoptarán esta semana una actitud de cautela ante las recientes estimaciones sobre la salud de la economía de Estados Unidos, a pesar de que la atribulada Europa muestra las primeras señales de mejora.
Los ministros de Finanzas y banqueros centrales del Grupo de las 20 principales economías del mundo (G20) se congregarán en los próximos días en Washington en el marco de unos encuentros del Fondo Monetario Internacional, donde seguramente analizarán lo que consideran un débil panorama global, en el que incluso las perspectivas para Estados Unidos parecen deslucidas.
No obstante, existen motivos para tener esperanza en el bloque de la moneda única, pese a que todavía registra un bajo crecimiento y un alto nivel de desempleo.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, podrá declarar el éxito anticipado de su incipiente programa de alivio cuantitativo, ya que unas cifras que se conocerán el viernes confirmarían que la caída de precios en la zona euro está comenzando a estabilizarse.
"Estamos viendo lo opuesto que en el 2014", dijo Carsten Brzeski, economista de ING bank. "Ahora existen más dudas sobre Estados Unidos y China que sobre la zona euro", agregó.
El esperado programa del BCE destinado a comprar 60.000 millones de euros al mes en bonos gubernamentales también está ayudando a calmar el nerviosismo en las discusiones sobre la endeudada Grecia.
Atenas tiene hasta mitad de la próxima semana para mejorar un paquete de reformas necesario para recibir los préstamos de la zona euro, los que necesita para mantenerse a flote. Ese será un tema de discusión en Washington.
Si Grecia es marginada del bloque, podría descomponerse el ya delicado panorama global.
PRECIOS DEL CRUDO
El martes, Estados Unidos publicará datos de ventas minoristas para marzo. Aunque economistas esperan una recuperación, los compradores están siendo cautos, reteniendo gran parte de los ahorros generados por los bajos precios del petróleo.
La inflación al consumidor, un manera de tomar el pulso a la economía, también se ha desacelerado por la caída del crudo.
Pero incluso excluyendo el impacto de los precios de la energía y el coste de los alimentos, analistas prevén un alza mensual de apenas 0,1 por ciento en los precios al consumidor de Estados Unidos en marzo, que se conocerán el viernes.
Estas señales de desaceleración en la mayor economía del mundo están llevando a los inversores a prever que la Reserva Federal de Estados Unidos esperará antes de elevar el coste de los créditos hasta octubre, o incluso diciembre.
Muchos habían estimado un alza en los tipos de interés para mitad de año, la que sería la primera en más de ocho años y tendría efectos en todo el mundo.
Para muchos de los banqueros centrales y funcionarios que asistirán a las reuniones del FMI, mientras más tarde se eleven los tipos en Estados Unidos, mejor.
En tanto, el reporte de perspectiva económica del FMI, que será publicado también la próxima semana, seguramente tendrá una lectura sobria.