Bruselas, 28 abr (.).- El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, dijo este lunes que es necesario vigilar la situación en los mercados financieros puesto que las tensiones comerciales podrían llevar a ajustes "desordenados" en los mercados o a un mayor riesgo crediticio para las entidades.
En una audiencia con la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, De Guindos señaló que las recientes "turbulencias en la política comercial" han generado la "agitación en los mercados más importante desde la pandemia" y "a pesar de la resiliencia del sistema financiero" europeo "estos acontecimientos justifican una cuidadosa monitorización".
"Los ajustes bruscos en los mercados financieros podrían convertirse en desordenados, en particular si son amplificados por el creciente tamaño e influencia de las instituciones financieras no bancarias", dijo.
Además, los conflictos comerciales podrían generar dificultades para hogares y empresas que se traducirían en mayores riesgos crediticios para entidades tanto bancarias como no bancarias, y una combinación de crecimiento más débil y mayores necesidades de gasto podría aumentar la presión sobre las finanzas públicas, explicó.
Todo ello pese a que, si bien las valoraciones de los bancos europeos se han visto afectadas por las recientes turbulencias en los mercados, "sus fundamentos siguen siendo sólidos y están bien posicionados para resistir potenciales crisis gracias a su gran capital y colchones de liquidez", según el vicepresidente del BCE.
En este contexto, De Guindos defendió que para que el sistema bancario europeo siga siendo resiliente en este contexto, la eurozona "necesita un marco regulatorio adecuado", lo que incluye un sistema de gestión de crisis y seguro de depósitos que cubra también a los bancos pequeños y medianos y "avances" en un sistema de seguro de depósitos europeo.
Consideró, asimismo, que la reciente agitación en el mercado pone de relieve que las entidades no bancarias deben estar sujetas a reglas "robustas" y que deben abordarse las lagunas en la regulación para que no sean tratadas de manera diferente a los bancos tradicionales.
"El BCE apoya los esfuerzos de simplificación del marco regulatorio. Sin embargo, esto no debería confundirse con desregulación", dijo.