Tensión bursátil: ¿Quiere alejarse del ’ruido’ de Trump? Cómo operar
Madrid, 16 ene (.).- Yolanda García, una de las personas encargadas de dar el visto bueno a los gastos de la dirección de comunicación de Bankia (BME:BKIA) bajo la presidencia de Rodrigo Rato, ha asegurado que el antiguo equipo de marca de la entidad estaba "sorprendido" por el elevado coste del contrato de publicidad firmado con Publicis.
Cuando ella se incorporó a esta dirección ya se había elegido a la empresa, según ha explicado durante su declaración como testigo en el juicio del "Caso Rato", que trata de esclarecer el origen de la fortuna del exvicepresidente del Gobierno y si cobró comisiones tras la adjudicación por parte de Bankia de este contrato publicitario.
Sin embargo, ha recordado que en el equipo -sin señalar a nadie en concreto- se hacía mención a los importes desmesurados del mismo, que pasaban por el pago de cerca de 250.000 euros al mes, a lo que la entonces directora de comunicación, Pilar Trucios, respondió al menos en dos ocasiones que tenía que hablarlo con el presidente.
Sin embargo, poco después la propia Trucios pidió "no dar más vueltas al tema. Lo he hablado con Rodrigo (Rato) y hace falta una agencia internacional", comentó la exdirectora de comunicación de Bankia, según el relato de este martes de Yolanda García.
Durante su declaración y a preguntas de la Fiscalía, la testigo también ha recordado que durante su etapa, a finales de 2011, se planteó la renovación de otros contratos de empresas vinculadas a Alberto Portuondo, el supuesto testaferro de Rato, y que trabajó para la entidad durante ese periodo.
Sin embargo, ahí puntualizó que Trucios ya no tuvo que dar su aprobación porque desde octubre ya le había trasladado personalmente en su despacho "llorando" que Rato la había echado. "Bueno, no me ha echado, me ha dicho que dependo de su secretaria... yo ya no voy a firmar más contratos ni voy a mantener más despachos con nadie".
La exdirectora de comunicación de Bankia permaneció en la entidad todo 2011, año que cobró íntegramente, y abandonó el banco en enero de 2012 con una indemnización de 749.000 euros.