Pekín, 4 ene (.).- El Banco Popular de China (BPC, central) anunció hoy que recortará en un punto porcentual los requisitos de coeficiente de caja - porcentaje de sus fondos que no pueden prestar-, informa la televisión estatal CGTN.
La medida se implementará en dos fases de 50 puntos básicos cada una a lo largo de este mes: la primera, el día 15, y la segunda, el 25.
Según CGTN, esta rebaja inyectará una liquidez de 1,5 billones de yuanes (218.506 millones de dólares, 191.430 millones de euros) al mercado.
El objetivo de la medida es "reforzar el apoyo a la economía real, optimizar la estructura de liquidez y rebajar el coste de financiación para las empresas".
El BPC también busca garantizar la liquidez ante el Año Nuevo lunar, una época vacacional donde la demanda de efectivo aumenta.
"Este recorte debe verse como un ajuste orientado y no para inundar el sistema financiero", matizó el banco central, que recalcó que esta decisión no altera la "postura moderada" de la política monetaria china.
Actualmente, los requisitos de coeficiente de caja son del 14,5 % para los grandes bancos y del 12,5 % para los pequeños.
Esta es la primera vez que el BPC rebaja estos requisitos en 2019, aunque ya lo hizo en cuatro ocasiones el año pasado.
El anuncio se produjo apenas horas después de que el primer ministro, Li Keqiang, reiterase que China tomará más medidas para "apoyar la financiación de las empresas privadas" y, en concreto, de las pymes.
Durante un encuentro en la Comisión Reguladora de Banca y Aseguradoras de China, Li también indicó que su Gobierno llevará a cabo "más ajustes de política macroeconómica" para revertir el ciclo negativo, "mayores rebajas fiscales y de tasas administrativas".
Al respecto de la rebaja en los requisitos de reservas bancarias, Li aseguró que China "hará buen uso" de los "recortes globales".
China se enfrenta a un año de incertidumbre en su economía, ya que a las posibles consecuencias de la guerra económica con Estados Unidos se suman factores de riesgo internos como el programa de desapalancamiento del Gobierno, la reforma de las empresas estatales o el impulso del consumo como pilar del cambio de modelo económico que propugna Pekín.