Arantxa Iñiguez
Fráncfort (Alemania), 22 sep (.).- El Banco de Pagos Internacionales (BPI (LS:BBPI)) sugiere evaluar otros indicadores de riesgo de recesión y no sólo la curva de rendimientos de la deuda pública de EEUU.
En su último informe trimestral, publicado hoy, el BPI dice que "el comercio internacional y la política monetaria fueron los factores más determinantes de la evolución de los mercados el trimestre pasado".
En este periodo los precios de los activos de riesgo cayeron al agravarse las tensiones comerciales y rebotaron con las medidas de expansión monetaria.
"Las curvas de rendimientos se invirtieron en agosto en las principales economías, lo que en algunos casos se consideró indicativo de un aumento del riesgo de recesión", añade el BPI.
La caída de las tasas a largo plazo por debajo de las tasas a corto plazo ha sido en el pasado un indicador de una recesión futura.
No obstante, el banco de los bancos centrales considera que otros indicadores reflejan "un panorama más heterogéneo".
Con la caída de las tasas de interés, el volumen de deuda con rendimientos negativos ha alcanzado nuevos máximos.
El jefe del Departamento Monetario y Económico del BPI, Claudio Borio, observa que "cada vez son más los inversores que están pagando por el privilegio de desprenderse de su dinero".
"Esto habría sido impensable incluso en el momento álgido de la Gran Crisis Financiera. Que lo impensable se torne habitual resulta un tanto inquietante", comentó Borio al presentar el informe.
El volumen de bonos soberanos, e incluso corporativos, con tasas de interés negativas marcan un nuevo máximo histórico de más de 17 billones de dólares según algunas estimaciones, lo que equivale a aproximadamente el 20 % del PIB (producto interior bruto) mundial, según cifras facilitadas por Borio.
A mediados de septiembre, el 50 % de los bonos con rendimientos negativos estaba denominados en euros, el 40 % en yenes y una fracción insignificante en dólares, según datos del BPI.
Por el contrario, más del 40 % de los bonos con rentabilidades positivas estaba denominado en dólares.
La rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense a diez años bajó 80 puntos básicos y el diferencial con los bonos a tres meses cayó a territorio negativo en mayo y de nuevo en agosto cuando se recrudecieron las tensiones comerciales.
Los rendimientos de los bonos soberanos japoneses a diez años bajaron diez puntos básicos y en algunas economías avanzadas las rentabilidades cayeron entre 50 y 100 puntos básicos, por lo que la mayoría de las curvas de bonos soberanos de economías avanzadas eran invertidas.
Los bonos soberanos en EEUU y el Reino Unido todavía ofrecen rendimientos positivos, pero en Japón y la zona del euro son negativos.
En Suiza los rendimientos están por debajo de 0 para vencimientos hasta 30 años, en Alemania y Holanda, hasta 25 años.
El mercado considera que una curva de rendimientos invertida es una señal de un eminente debilitamiento.
En EEUU la curva invertida de bonos del Tesoro ha previsto todas las recesiones desde 1973 porque cuando los inversores pronostican un debilitamiento de la economía, también anticipan más estímulos monetarios y unas tasas de interés a corto plazo más bajas en el futuro.
Pero el BPI, cuya sede está en la ciudad suiza de Basilea, advierte de que las reducidas primas por plazo han complicado la interpretación de la inversión de la curva de rendimientos de la deuda pública estadounidense.
Por ello hace hincapié en la importancia de evaluar también otros indicadores del riesgo de recesión.
"A diferencia de en ocasiones anteriores, esta inversión de la curva obedece al nivel históricamente bajo que ha alcanzado la prima por plazo, en parte como consecuencia de las compras de activos por bancos centrales. La prima no ha mostrado este tipo de propiedades de indicador adelantado de recesiones". dijo Borio.
"Hay motivos para ser muy prudentes a la hora de interpretar las señales de la curva de rendimientos, entre otras cosas porque la Reserva Federal ha ido relajando, y no endureciendo, su política monetaria. Otros indicadores dibujan un panorama menos pesimista", apostilló.
En el pasado, cuando la curva de rendimientos se invirtió, la política monetaria era restrictiva.