Shanghái (China), 12 ene (.).- El índice de precios al consumidor (IPC) de China frenó al 0,9 % en 2021 tras avanzar un 2,5 % el año anterior, mientras que la inflación industrial, medida por el índice de precios a la producción (IPP), se disparó al subir un 8,1 % tras la caída del 1,8 % registrada en 2020.
En ambos indicadores, el último trimestre del año se confirmó como la fase más inflacionista, con el IPP alcanzando marcas no vistas desde 1995 como el 13,5 % de octubre y batiendo el último pico desde entonces, registrado en 2008.
Aparte de la citada base comparativa, los precios industriales se dispararon por las disrupciones globales de las cadenas de suministro, el consiguiente encarecimiento de las materias primas y, también, la crisis energética que vivió China desde mediados de septiembre.
Precisamente el carbón, material con el que el país asiático produce en torno al 60 % de su energía, se encareció de forma notable en el recién terminado año: los precios en la industria dedicada a su minado y lavado subieron un 45,1 %, y en la de procesado -que también incluye otros combustibles como los derivados del petróleo- lo hicieron en un 28,2 %.
En el caso de la inflación para el consumidor, el alza de los precios internacionales del petróleo tras el desplome de 2020 trajo consigo un repunte (+17,1 %) del coste de los combustibles para transporte, mientras que en la otra cara de la moneda figuró la carne de cerdo, protagonista otro año más.
La recuperación de la piara nacional tras la epidemia de peste porcina africana, que desde mediados de 2018 causó la muerte de decenas de millones de cerdos en el país, hizo que la carne de ese animal -la favorita de los consumidores chinos- cayese un 30,3 % interanual a lo largo de 2021 tras la subida del 49,7 % del año anterior.
LA INFLACIÓN FRENA EN DICIEMBRE
Ambos indicadores frenaron en diciembre: el IPC cayó un 0,3 % en la comparación intermensual frente a noviembre, mientras que en la interanual pasó del 2,3 % -su máximo de todo 2021- al 1,5 %.
Por su parte, el IPP pasó de subir un 12,9 % interanual a hacerlo un 10,3 % en diciembre tras registrar un descenso del 1,2 % frente a los precios de noviembre.
Según el estadístico de la ONE Dong Lijuan, la rebaja del IPC en el último mes del año se debió a que, a diferencia del mes anterior, no hubo problemas en el suministro de verduras y cerdo, mientras que la caída de los precios del crudo vivida en los primeros días de diciembre también se tradujo en una rebaja de los costes del combustible en comparación con noviembre.
Aunque a medida que avanzaba diciembre se agravaban los rebrotes del coronavirus en China -muy lejos de las cifras de la mayoría de países pero por encima de lo que el Gobierno está dispuesto a tolerar-, Dong solo apunta a una bajada del 0,8 % en los precios del alojamiento en los hoteles debido a un menor número de viajes.
En el caso del IPP, la institución destaca que las políticas aplicadas por Pekín para garantizar el suministro de carbón y estabilizar los precios siguieron surtiendo efecto en diciembre, ya que los precios del minado y lavado de carbón cayeron un 8,3 % intermensual y los de procesado, un 15,4 %.
2022, ¿SIN GRANDES REPUNTES?
De cara a 2022, Sheana Yue y Julian Evans-Pritchard, analistas de la consultora Capital Economics, pronostican que el IPP seguirá “moderándose” y que el IPC “se mantendrá apagado”.
Los rebrotes del virus, especialmente si la contagiosa variante ómicron sigue propagándose por China, podrían suponer problemas para las cadenas de suministro, pero los citados expertos no creen que se traduzca en una subida interanual de los precios industriales porque, al contrario que en 2021, la base comparativa es muy alta.
Asimismo, Capital Economics cita la recuperación del suministro de carbón y la ralentización de la actividad en el sector inmobiliario como frenos para el IPP.
Este último factor también entra en los pronósticos de Jing Liu, economista de HSBC, que habla de las inmobiliarias como una “fuerza de desaceleración” sobre los precios industriales, y avanza que estos caerán “gradualmente” a medida que el país se acerca al final del invierno, época en la que habitualmente se registra la mayor demanda de energía.
Con respecto a los precios al consumidor, Jing advierte de los “fuertes vientos de cara”, entre ellos la citada variante ómicron, sobre la recuperación del consumo y del crecimiento económico.
Yue y Evans-Pritchard son más concretos, y prevén que el IPC se mantenga por debajo del 2 % a lo largo de 2022.
El indicador quedó por debajo de la meta de inflación que Pekín se fijó para 2021, del 3 %, y habrá que esperar a la cumbre anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), que previsiblemente se celebrará en marzo, para conocer el objetivo oficial para 2022.
(foto) (vídeo)