Investing.com –Los precios al consumo del Reino Unido han subido en agosto un 2,7% con respecto al año anterior, según datos oficiales del Instituto Británico de Estadística de este miércoles.
Esto supera las expectativas que apuntaban a una subida del 2,4% y la subida del 2,5% registrada en julio.
El IPC subyacente, del que se excluyen los costes de los alimentos, la energía, el alcohol y el tabaco, ascendió el mes pasado a una tasa del 2,1% en términos estacionalmente ajustados, a pesar de las expectativas que apuntaban a un 1,8% y de la subida del 1,9% de julio.
Excluyendo esta lectura y la ligera subida de julio, la inflación del Reino Unido ha descendido de forma continua desde que se situara en 3,1% el pasado noviembre.
El Banco de Inglaterra decidió mantener inalterados los tipos de interés la semana pasada e hizo hincapié en sus expectativas acerca de que la inflación se ralentizará “de forma sostenible” hasta alcanzar el objetivo fijado ene l 2% en un horizonte convencional.
Sin embargo, el banco central del Reino Unido está convencido de que sus "previsiones estaban condicionadas a las expectativas de un ajuste fácil en el punto medio del rango de posibles resultados en cuanto a la eventual relación comercial del Reino Unido con la Unión Europea".
Las conversaciones sobre el Brexit se intensificarán la semana que viene, con la primera de las tres reuniones en la que los líderes de la Unión Europea esperan llegar a un acuerdo para la salida del Reino Unido en los próximos dos meses.
Funcionarios de la UE obtendrán una actualización de las negociaciones en Austria el jueves y también decidirán si se va a celebrar una cumbre especial sobre el Brexit en noviembre, ahora que ya no esperan llegar a un acuerdo en la reunión ordinaria que se celebrará los días 18 y 19 de octubre.
El calendario de reuniones se corresponde con la teoría del negociador de la UE para el Brexit, Michel Barnier, de que podría alcanzarse un acuerdo de salida en seis u ocho semanas si los negociadores son realistas con sus demandas.
La mayoría de los economistas no creen que el Banco de Inglaterra vaya a subir los tipos otra vez hasta que el Reino Unido haya abandonado la UE.