Lisboa, 23 mar (.).- El grupo portugués Jerónimo Martins, dueño de la segunda mayor cadena de supermercados del país, negó este jueves que el sector de la distribución tenga responsabilidad en la inflación alimentaria y acusó al Estado de ser quien "más se benefició" con la subida de precios.
"El Estado portugués fue quien más se benefició con la inflación y quien menos hizo por la gente", dijo el presidente del consejo de administración, Pedro Soares dos Santos, durante la presentación de resultados de 2022.
Soares dos Santos criticó al ministro de Economía luso, António Costa Silva, por sus afirmaciones sobre la responsabilidad del sector de la distribución en la inflación, que calificó de "gran mentira".
"Fueron muy infelices, de quien está un poco fuera del mundo real. Creo que el Gobierno, presionado por toda la contestación social, intenta desviar atenciones", aseguró.
Para Jerónimo Martins, "el mejor apoyo que el Estado puede dar es la reducción de impuestos a las familias".
Estas palabras llegan un día después de que el primer ministro de Portugal, el socialista António Costa, no descartase bajar el IVA de alimentos para combatir la inflación, siempre que la medida garantice una reducción "efectiva" del precio para el consumidor.
Costa aseguró que están trabajando con los supermercados para encontrar la mejor forma de reducir el impacto de la inflación en los alimentos.
Cuestionado sobre estas negociaciones, Soares dos Santos dijo que no tiene información y que nadie de Jerónimo Martins ha hablado con el Gobierno, ya que las conversaciones se deben realizar a través de la Asociación Portuguesa de las Empresas de Distribución (APED).
El Gobierno portugués creó un impuesto sobre los beneficios extraordinarios de la distribución y Jerónimo Martins tendrá que pagar 700.000 euros, aunque "casi seguro" van a recurrir la decisión.
El grupo, que también opera en Polonia y Colombia, anunció el miércoles beneficios de 590 millones de euros en 2022, un 27,5 % más que un año antes.
INFLACIÓN DE ALIMENTOS SUPERA EL 20 %
La inflación de los bienes alimentarios en Portugal fue del 20,1 % en febrero, la tasa más alta desde mayo de 1990 y por encima de la subida de precios general (8,2 %).
El Ejecutivo anunció además una operación de la Autoridad de Seguridad Alimentaria y Económica (ASAE) por todo el país para fiscalizar los precios de los alimentos en los supermercados, al detectar incrementos en los márgenes de comercialización de hasta el 50 %.
Esta decisión fue criticada por los supermercados lusos, que aseguraron que no "engañan" a los consumidores y que no han aumentado sus márgenes de comercialización.
El gobernador del Banco de Portugal, Mário Centeno, dijo hoy, en un encuentro con empresarios de la Cámara de Comercio e Industria Luso-Española en Lisboa, que uno de los principales objetivos macroeconómicos lusos es controlar la inflación.