Madrid, 11 oct (.).- La caída del precio de la electricidad del 17,1 % en septiembre, la mayor en más de tres años, ha moderado la inflación interanual al 0,1 %, dejándola dos décimas por debajo de la tasa registrada en agosto.
Tal y como ha confirmado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE), el índice de precios de consumo (IPC) marcó también en septiembre el nivel más bajo en tres años, una contención que, según la patronal, dejará la inflación media de 2019 en torno al 0,7 %.
Los precios de la electricidad habían mantenido tasas positivas de crecimiento, que llegaron a rozar el 14 % hace un año, cuando marcaron un descenso del 1,1 % en enero, que continuó después en mayo, momento a partir del cual se ha ido agudizando la caída hasta marcar en septiembre la mayor bajada en más de tres años.
En la moderación de la inflación han influido principalmente los precios de la vivienda (en la que se incluye la electricidad), con un descenso del 4,8 %, un punto y medio más acusado que el de agosto.
También tiró a la baja de la inflación el gasóleo para calefacción, que se encareció menos que hace un año, así como el gas, cuyos precios cayeron mientras que un año antes subían.
Los precios del transporte también moderaron la inflación, aunque en menor medida, al mantenerse estables frente al alza del 0,2 % de agosto, debido al menor encarecimiento de los carburantes y lubricantes, así como de los automóviles.
Por el contrario, el transporte de viajeros se abarató este año menos que el año pasado.
Respecto a los alimentos y bebidas no alcohólicas, sus precios se moderaron una décima hasta crecer el 0,9 %, una evolución en la que destaca el abaratamiento de las legumbres, hortalizas, pan y cereales, frente a los encarecimientos de 2018, y la estabilidad del pescado y marisco, cuyos precios subían hace un año.
En sentido contrario destaca la subida de precios de las frutas, frente a la bajada de 2018.
Además de la electricidad, los artículos de consumo que más se abarataron en los últimos doce meses fueron el aceite de oliva (16,5 %), otros soportes informáticos como discos duros externos o USB (16,3 %), el butano y propano (11,9 %) y los equipos de telefonía móvil (10,4 %).
Por el contrario, los que más se encarecieron desde hace un año fueron las otras carnes, como el conejo o la caza (7,5 %), los vuelos nacionales (7,4 %), las patatas (7,3 %), las legumbres y hortalizas frescas (7,2 %) y la joyería y bisutería (6,4 %).
La inflación subyacente, es decir, la que no tiene en cuenta los elementos más volátiles de la cesta de la compra (energía y alimentos frescos), se situó en el 1 %, casi un punto por encima del IPC general.
Sólo en el mes de mayo, el IPC se mantuvo estable (0 %), frente a la caída del 0,1 % de agosto.
Esto fue debido a que el encarecimiento del vestido y calzado -por el inicio de la temporada de invierno- y del transporte -por los carburantes- compensaron el abaratamiento del ocio y cultura -por los menores precios de los paquetes turísticos-, la vivienda -por la caída de la electricidad- y los alimentos y bebidas.
De vuelta a la tasa anual, el IPC registró un comportamiento a la baja en todas las comunidades autónomas -excepto en Baleares y Canarias donde se mantuvo-, marcando la mayor variación de la inflación en Extremadura, al pasar de la estabilidad a caer un 4 %.
Para UGT, el incremento de los salarios es fundamental para que las familias recuperen poder adquisitivo permitiendo el ahorro, sin miedo a una crisis ni en detrimento del consumo de los hogares.
Para evitar la detracción del consumo, CCOO considera necesario cuanto antes un Gobierno "estable y progresista" que ataje la incertidumbre política y económica.
(Recursos de archivo en www.lafototeca.com Cód: 11504006 y otros) (vídeo)(infografía)