Bruselas, 12 may (.).- El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea (UE) considera que la metodología utilizada por el Banco Central Europeo (BCE) para calcular el capital adicional que exige a los bancos por su riesgo de crédito no permite asegurar que sea suficiente para cubrirlo, según un informe publicado este viernes.
En el mismo, los auditores consideran que el BCE hizo un uso "ineficiente" de sus poderes para supervisar el riesgo de crédito de las entidades y exigirles capital u otras medidas para garantizar que está bajo control.
El Tribunal ha analizado cómo el BCE supervisó en 2021 a 110 entidades de la unión bancaria (la eurozona más Bulgaria), que representan el 82 % del total de activos, centrándose en sus métodos para evaluar y gestionar los riesgos ligados al posible impago de préstamos.
"La conclusión es que la evaluación del riesgo de crédito del BCE es de buena calidad, pero este no usa eficientemente sus herramientas para asegurar una sólida gestión y cobertura del riesgo de crédito", dijo en rueda de prensa Mihail Kozlovs, responsable del informe.
Los auditores subrayan que la nueva metodología del BCE, aplicada desde 2021 para calcular el capital adicional (llamado Pilar 2) que tienen que reservar los bancos, no permite garantizar que estos colchones sean suficientes porque no permite un análisis riesgo a riesgo.
"Dado que el BCE no está en condiciones de desglosar el recargo de capital de un banco en factores de riesgo individuales, esto significa que no puede tener la seguridad de que los requisitos del pilar 2 calculados garanticen una cobertura sólida de los riesgos que deben cubrirse ni de que se aborden adecuadamente las deficiencias", afirman.
Destacan además que el método no dio lugar a resultados "coherentes", ya que los requisitos de capital no aumentaron de manera proporcional al riesgo de crédito, y que las sumas exigidas a las entidades con mayor riesgo estuvieron más cerca del umbral mínimo establecido por las reglas, que del tope máximo o incluso del rango medio.
Esto ayudó a los bancos que no habrían tenido suficiente capital para cumplir con requisitos más elevados, señalan.
"En algunos casos el enfoque del BCE podría haber sido más riguroso, de modo que los bancos con mayor riesgo o con mayor proporción de préstamos fallidos ya existentes en sus balances hubieran recibido requisitos de capital adicional más altos", dijo Kozlovs.
Aunque el Tribunal no analizó el riesgo por los tipos de interés, que el BCE ha subido hasta el 3,75 % desde junio, Kozlovs recordó que esto podría traer problemas para que algunos clientes devuelvan sus préstamos por lo que, si bien aún no hay un aumento significativo de los créditos dudosos, refuerza la importancia de que el BCE "haga una aplicación más rigurosa de los poderes que ya tienen".
Por otro lado, el Tribunal critica que el BCE no usó de modo eficiente las competencias que le permiten exigir a los bancos mejorar su gestión de riesgos, aún en casos dónde había deficiencias desde hace años.
"El BCE no aumentó gradualmente las medidas supervisoras cuando era necesario. En algunos casos se tomaron con retraso o no llevaron a mejoras visibles. En otros, los requisitos de capital adicional se mantuvieron estables o incluso cayeron para bancos con un alto riesgo sostenido durante años", explicó Kozlovs.
La institución optó sobre todo por recomendaciones, que son "más suaves", pese a que puede usar medidas cualitativas más potentes, que permiten incluso exigir la destitución de directivos o retirar la licencia bancaria.
El informe pone además la lupa en la supervisión de los préstamos dudosos - con más de 90 días de mora- y señala que el BCE no hizo "el mejor uso" de los poderes que le permiten exigir provisiones o ajustes en el cálculo de sus fondos propios a los bancos con altos niveles.
A la vista de los resultados, el Tribunal recomienda al BCE que enmiende la metodología de cálculo de los requisitos adicionales de capital, que use todas sus competencias supervisoras, y que acorte a diez meses el proceso de supervisión.