Lima, 19 may (EFE).- Una comisión de alto nivel del Ejecutivo peruano regresó hoy a la región andina sureña de Puno, fronteriza con Bolivia, para reanudar el diálogo con los dirigentes de las protestas que se desataron hace 10 días en contra de las concesiones mineras.
Alrededor de 5.000 manifestantes llegaron la tarde de hoy a la ciudad de Puno para acompañar a los dirigentes del Frente de Defensa de los Recursos Naturales de la Zona Sur, que negociarán con los comisionados del Gobierno, informó el canal N de la televisión local.
La comisión, integrada por los viceministros de Minas y del Interior, además de un representante de la Presidencia del Consejo de Ministros, dialogó el lunes y martes pasado con los líderes de las protestas y las autoridades regionales, pero regresó ayer a Lima para exponer el caso ante el gabinete.
En tanto, varias localidades de Puno, incluido el distrito fronterizo de Desaguadero, que comunica con Bolivia, permanecen en un paro de transportes, mientras manifestantes ocupan las vías.
La primera ministra peruana, Rosario Fernández, pidió ayer a los manifestantes que depongan su actitud, tras señalar que detrás de las protestas existen "propósitos políticos" de supuestos grupos extremistas.
Los dirigentes del Frente de Defensa de los Recursos Naturales de la Zona Sur exigen al Gobierno de Alan García, que concluye su gestión el próximo 28 de julio, que prohíba las concesiones mineras en la región de Puno, ubicada a más de mil kilómetros al sur de Lima.
El bloqueo de la vía internacional entre Perú y Bolivia ha provocado el caos en el transporte de mercancías, desde y hacia ese país, así como el traslado de turistas que han tenido que surcar el lago Titicaca en diversas embarcaciones para cruzar entre ambos países.
A pesar del bloqueo en la frontera, los turistas que desean ir rumbo a Bolivia pueden hacerlo por la localidad de Kasani, en la provincia de Yunguyo, o por Tilali, en la provincia de Moho, donde las oficinas de migraciones atienden a puerta cerrada para evitar el acoso de los huelguistas. EFE