Bruselas, 21 ene (EFE).- El cierre de la fábrica de Opel en
Amberes es el último golpe que ha sufrido hasta ahora la industria
del automóvil en Bélgica, donde los fabricantes extranjeros no han
dudado en cerrar o reestructurar plantas para intentar preservar el
empleo en sus países de origen.
Estos son los cierres y reconversiones mas importantes en el
sector belga de la automoción en los últimos años:
1997.- El fabricante francés Renault anuncia el cierre de su
planta de Vilvoorde (junto a Bruselas). Los 3.100 trabajadores
lucharon durante seis meses para salvar la fábrica en uno de los
conflictos laborales más intensos del país. Finalmente, la marca
mantuvo 400 empleos en las instalaciones.
2003.- Ford comienza una reestructuración en su fábrica de Genk
(este del país) que supone la perdida de 3.000 empleos de un total
de 8.300.
2006.- Volkswagen anuncia un fuerte recorte de empleo en su
planta de Bruselas con la pérdida de 4.000 de los 5.500 puestos de
trabajo.
Finalmente, tras intensas negociaciones con la participación del
Gobierno se logra un compromiso: la fábrica pasa a Audi (que montará
allí el próximo A1) y se salvan 2.200 empleos.
2010.- Tras meses de rumores y especulaciones, General Motors
Europa anuncia el cierre de su factoría de Amberes (norte del país).
Las instalaciones ocupan actualmente a más de 2.600 trabajadores,
pero ya habían sufrido una dura reestructuración en los últimos
años, puesto que en 2006 tenía 4.760 puestos de trabajo.
En su momento álgido, en 1981, la fábrica de Amberes tenía 12.600
trabajadores. EFE