Washington, 1 dic (EFE).- El Departamento de Estado de EE.UU. dijo hoy que apoyará la imposición de sanciones contra el Banco Central de Irán "en el momento apropiado", en vísperas de que el Senado vote una enmienda para cortar los lazos financieros con esa institución.
La subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Wendy Sherman, consideró que cualquier acción contra el núcleo del sistema bancario de Irán debe producirse en un contexto multilateral, ante la presión creciente del Senado estadounidense para actuar unilateralmente.
"La administración de (Barack) Obama apoya rotundamente el aumento de la presión sobre Irán, y eso incluye sanciones bien diseñadas contra el Banco Central de Irán", aseguró Sherman en una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
No obstante, esas sanciones deben emitirse "en el momento apropiado" y "como parte de una política sostenible y con fases establecidas cuidadosamente para provocar el cumplimiento de Irán con sus obligaciones", matizó.
Los senadores Mark Kirk, republicano, y Robert Menéndez, demócrata, han presentado una enmienda a un proyecto de ley de gastos de defensa que impondría sanciones a toda institución que se relacione con el Banco Central iraní, para atacar la financiación del presunto programa nuclear con fines beligerantes del país.
El pleno del Senado tiene previsto votar posiblemente hoy el proyecto de ley, valorado en 662.000 millones de dólares, y con él las sanciones, aunque su aplicación dependería de que la Cámara Baja votase un proyecto similar y del visto bueno final de la Casa Blanca.
El pasado 21 de noviembre, el Tesoro estadounidense declaró todo el territorio de Irán "jurisdicción de preocupación prioritaria por lavado de dinero", una declaración que da vía libre a la emisión de sanciones concretas contra el Banco Central iraní.
Sin embargo, hasta ahora el Gobierno estadounidense se ha mantenido cauto ante las exigencias del Congreso de atacar a la institución, dado que afectaría directamente a las exportaciones de petróleo de la república islámica, en un momento clave para la recuperación económica global.
El subsecretario del Tesoro para terrorismo e inteligencia financiera, David Cohen, aseguró en la audiencia que Estados Unidos "reconoció hace años el peligro de comprar petróleo iraní" y trata de transmitir esa idea a sus aliados.
"Nuestra estrategia consiste en trabajar con otros países para instarles a rebajar sus importaciones de petróleo iraní, y si es posible, cancelarlas por completo", aseguró.
De aprobarse la enmienda, añadió Cohen, es improbable que ésta disuadiera a China de mantener sus lazos financieros con el régimen iraní, puesto que el gigante asiático "se ha mantenido esencialmente al mismo nivel de negocios con Irán en los últimos años", pese al aumento de presión por parte de las potencias occidentales.
El senador republicano Jim Risch lamentó en la audiencia lo que consideró una "falta de contundencia" de Washington tras la publicación en noviembre del informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que indicaba que Irán ha trabajado para desarrollar armas nucleares.
"Después de leer ese informe, vuestro sentido de urgencia debería haberse elevado al nivel del nuestro", indicó Risch dirigiéndose a los responsables del Tesoro y el Departamento de Estado.
"Compartimos absolutamente el sentido de urgencia del Congreso", respondió entonces Sherman. "Tenemos el mismo objetivo, simplemente creemos que hay otra forma de llegar hasta él", agregó. EFE