San José, 17 sep (EFE).- El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, pidió hoy calma ante la caída en la calificación de riesgo para el país anunciada por la agencia Moody's y afirmó que su Gobierno trabaja en la reducción del déficit fiscal.
"En esta materia tenemos que jugar con mucha responsabilidad. No se está desplomando el país y quiero apelar a la tranquilidad y la mesura. Tenemos un desafío de orden fiscal que estamos atendiendo con responsabilidad", declaró Solís en una rueda de prensa posterior a una reunión con la Asociación Bancaria Costarricense (ABC).
La agencia Moody's rebajó el martes la calificación de los bonos de Costa Rica de Baa3 con grado de inversión a Ba1 estable, debido al alto déficit fiscal del país, proyectado para este año en cerca del 6 % del producto interno bruto (PIB).
La agencia calificadora indicó que la reducción se debe a debilidades institucionales, los obstáculos políticos para una reforma fiscal y al déficit y deuda crecientes en los últimos años.
El presidente Solís afirmó hoy que al iniciar su Gobierno, en mayo pasado, conocía los problemas estructurales de la economía, ante lo que planteó como solución "acuerdos nacionales que no son fáciles", que incluyen al Poder Ejecutivo, el Congreso, los sectores productivos y los sociales.
"Esta situación la heredamos después de muchos años de no atender este asunto y de incapacidad de encontrar una salida integral al problema fiscal", aseguró.
Solís reconoció que el deterioro en la calificación de riesgo genera "preocupación", pero se mostró confiado en que con medidas legislativas y administrativas el Gobierno logrará reducir el déficit fiscal.
"El país está tranquilo. Los mercados deben saber que el Gobierno asume con absoluta responsabilidad y serenidad el desafío de mejorar su desempeño fiscal. No estamos al borde del abismo, la economía se mantiene en buen momento y eso lo ratifican las propias aseguradoras de riesgo", expresó el mandatario.
"No veo que haya una crisis, de ninguna manera. El país tiene que asumir responsabilidades acumuladas como lo dice Moody's", manifestó.
El déficit fiscal de Costa Rica crece de manera sostenida desde el año 2009, ante lo que la expresidenta Laura Chinchilla (2010-2014) planteó a inicios de su gestión una reforma tributaria que buscaba aumentar los ingresos en un 2 % del PIB.
Sin embargo, la Sala Constitucional declaró inconstitucional el proceso legislativo que se llevó a cabo para ese proyecto, ante lo que el Gobierno de Chinchilla desistió de impulsar nuevamente la iniciativa.
El Gobierno de Solís ha llevado adelante iniciativas para recortar gastos en las instituciones públicas y prevé presentar a finales de este año un proyecto de ley que sustituya el impuesto de ventas por uno de valor agregado que amplíe la base de recaudación y modernice el sistema.
También ha anunciado otras medidas de índole administrativo y legislativo para fortalecer las tareas de recaudación de impuestos y de combate a la evasión.
Ante la rebaja en la calificación de Moody's, los sectores empresariales y bancarios han expresado su preocupación por los riesgos que implica en cuanto a las condiciones en las que el Gobierno deberá colocará de ahora en adelante sus bonos de deuda.
Los sectores empresariales también han señalado riesgos para la economía local como un posible incremento en las tasas de interés para la población, alzas en la inflación y la desestabilización del tipo de cambio.