Andrés Mourenza
Atenas, 13 feb (EFE).- El gobierno de coalición griego se ha comprometido a aplicar el acuerdo con la troika, como exigen Bruselas y los socios europeos, mientras en Atenas los bomberos se afanan por apagar los rescoldos de los edificios incendiados durante los disturbios del domingo.
"Las garantías de los líderes políticos deben entregarse para el miércoles", dijo a la prensa el portavoz del gobierno heleno, Pantelís Kapsís, en alusión a la reunión del Eurogrupo del 15 de febrero en Bruselas y durante la cual Grecia espera obtener luz verde para un préstamo de, al menos, 130.000 millones de euros.
El compromiso por escrito es necesario ante la desconfianza que ha generado, especialmente en Alemania, la lentitud helena en llevar a cabo las reformas exigidas por sus prestamistas.
El acuerdo parlamentario sellado anoche en Atenas es solo "la condición necesaria", dijo el ministro alemán de Economía, Philip Rösler, a las cadenas públicas ARD y ZDF, tras comentar que "lo decisivo" es la aplicación de las reformas aprobadas.
Solo si la troika formada por la Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) certifica que esas reformas se materializarán, podrá considerarse que la situación en Grecia comienza a cambiar, añadió el ministro.
Más optimista se mostró el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, Olli Rehn, quien felicitó a Grecia por el paso dado anoche en el Parlamento.
"El voto de ayer es una muestra de la determinación del país de acabar con la espiral de finanzas públicas insostenibles y con la pérdida de competitividad", señaló hoy Rehn en una rueda de prensa.
El portavoz económico de la CE, Amadeu Altafaj, por su parte, insistió en que "el Eurogrupo fue muy claro al pedir un compromiso claro e inequívoco de los partidos" políticos griegos.
"Hay cuestiones que van mas allá de los partidos políticos y un programa de esta dimensión requiere un fuerte consenso político. Esperamos recibirlo antes de que se embarquen en la próxima campaña electoral", precisó.
Sobre los próximos comicios, el portavoz del gobierno heleno anunció hoy, ante la insistencia de uno de los miembros de la coalición, la conservadora Nueva Democracia (ND), que habrá elecciones en abril, tal y como estaba previsto.
El gobierno socialdemócrata-conservador aún posee una mayoría parlamentaria (194 de 300 diputados), pero las dimisiones, expulsiones de diputados contrarios al acuerdo con la troika y la salida del ultraderechista LAOS del Ejecutivo han hecho que la coalición perdiese unos 60 escaños en los últimos días, revelándose el enorme desgaste del gobierno de Lukás Papadimos.
Mientras se preparaban los siguientes pasos políticos, en Atenas los bomberos trabajaban en la extinción de los rescoldos de los incendios provocados ayer durante los graves disturbios en que desembocó una multitudinaria manifestación contra la aprobación del memorándum de la troika.
De los 48 edificios que ardieron total o parcialmente, a primera hora de la tarde de hoy el fuego no se había extinguido del todo ,al menos en dos de ellos, según pudo comprobar Efe.
Uno de ellos es el cine Attikon (1881), situado en un bello edificio neoclásico, que ha quedado completamente calcinado y que hoy era el objeto de las miradas de un gran número de curiosos.
En decenas de negocios, principalmente oficinas bancarias, los obreros limpiaban los escombros y reponían los cristales rotos, mientras el personal de las aseguradoras evaluaba los daños.
El encargado de una tienda filial de una compañía de telefonía móvil no se podía creer el estado en que había quedado su negocio: "Aún estoy en estado de shock".
En una sucursal bancaria de la plaza Monastiraki, cuyos ficheros fueron esparcidos e incendiados junto a todo el interior, un responsable explicó a Efe que "aún es demasiado pronto para valorar los daños" y reconocía que no se podrá regresar al trabajo en unos cuantos días.
Tanto el gobierno de Papadimos como el comisario europeo Olli Rehn han condenado los disturbios de anoche.
"Estas personas no representan a la inmensa mayoría de los ciudadanos griegos, que están verdaderamente preocupados por el futuro de su país", afirmó Rehn.
Pero lo cierto es que casi ocho de cada diez griegos son contrarios a las medidas exigidas por la troika, y como reconocían varios diputados a Efe, su aprobación por el Parlamento podría provocar "una explosión social". EFE