Bruselas, 14 jun (EFE).- Los países de la Unión Europea (UE) cerraron hoy el mandato con las directrices para abrir la negociación de un tratado de libre comercio con Estados Unidos, de las que inicialmente quedarán excluidos los servicios audiovisuales ante la insistencia de Francia de proteger a ese sector.
Tras trece horas de intensas negociaciones, los ministros de Comercio de la Unión, reunidos en Luxemburgo, accedieron a dejar fuera de la negociación del tratado transatlántico a la industria audiovisual pero dejando abierta la posibilidad a incluirla más adelante.
"Hoy por hoy podemos decir que el sector audiovisual no está en el mandato", confirmó el comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht, en una rueda de prensa al término de la reunión, en la que dejó claro que la Comisión podrá en el futuro "hacer cualquier recomendación al Consejo para añadir cualquier negociación adicional".
El comisario destacó que, a lo largo de la reunión de hoy, los ministros "sólo" centraron el debate en la decisión de excluir o no los servicios audiovisuales de la negociación, que representa sólo un 2 % del conjunto de temas que se abordarán con Estados Unidos, y valoró que no fuera necesario argumentar sobre otros asuntos.
"Europa no hará una oferta sobre estos servicios; voy a escuchar lo que plantea Estados Unidos y, si vemos que conviene, la CE solicitará al Consejo un mandato adicional", concluyó De Gucht.
En su opinión, "si se mira de cerca, resulta comprensible" que la industria audiovisual quede excluida, porque "lo que está en juego aquí para el sector es la llamada revolución digital. Es algo nuevo", dijo.
El comisario reconoció que, actualmente, "no hay legislación en UE" en ese ámbito, únicamente una consulta abierta por la Comisión para recabar opiniones sobre el tema.
"Todavía en gran medida tenemos que decidirnos sobre cómo habría que legislar en este sector", apuntó.
De Gucht indicó que, "si fuera menester, le pediríamos al Consejo directrices adicionales de negociación sobre este tema en concreto", y manifestó que, "más adelante, se volverá a tratar la cuestión".
Pero, por el momento, consideró que "se ha conseguido un equilibrio en el texto" del mandato.
En esa línea se expresó también el ministro irlandés de Empleo, Empresa e Innovación, Richard Bruton, cuyo país preside este semestre la Unión, para quien el mandato acordado "deja la puerta abierta a la Comisión" para buscar directrices adicionales de los Veintisiete sobre el sector audiovisual u otros.
"Es un buen acuerdo que nos permite hacer avances concretos. Es un mandato claro y amplio", destacó.
Francia había insistido en la importancia de excluir completamente la industria cultural de la negociación, y había rechazado propuestas intermedias para mantener las cuotas y subsidios que los países europeos conceden a su producción audiovisual.
"Nuestros amigos de Reino Unido y Alemania se han dado cuenta en un momento dado de que se planteaban problemas jurídicos", señaló en una rueda de prensa al término del Consejo la ministra francesa de Comercio Exterior, Nicole Bricq.
La responsable francesa lamentó haber tenido "a veces la impresión extremadamente desagradable de que los había que negociaban directamente con Estados Unidos. Yo juego a la solidaridad europea", dijo.
En cualquier caso, valoró que se haya conseguido "un buen acuerdo", y restó importancia a que Europa vaya a excluir alguna área de las conversaciones porque, según señaló, Estados Unidos también hará exclusiones, "y lo ha hecho bastante rápido en un sector: el financiero", indicó.
Otros Estados miembros, como Bélgica, compartían sensibilidades con Francia pero estaban dispuestos a incluir los servicios audiovisuales en la negociación siempre y cuando se respetase la "excepción cultural" (las cuotas de difusión y subsidios).
La posición de España, por su parte, era cercana a la de Reino Unido.
El ministro irlandés destacó asimismo la importancia del mandato no sólo para eliminar los obstáculos arancelarios (las tasas ya son bajas de por sí, en torno al 4 %) y no arancelarios con Estados Unidos, sino también para limar diferencias en normativa.
La agricultura es una de las áreas que más interesa a ambas partes, y en ese ámbito la UE ha señalado que podrían simplificarse los procedimientos de solicitud de autorización de organismos genéticamente modificados en Europa, sin poner en peligro los "elevados niveles de protección" de la salud.
El objetivo de la Comisión Europea, institución que debe negociar los tratados comerciales en nombre de los Veintisiete, es iniciar las negociaciones en junio y acabarlas lo antes posible.
Calcula que el pacto podría aportar beneficios de unos 119.000 millones de euros a la UE y unos 95.000 millones a Estados Unidos. EFE
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