Sao Paulo, 27 abr (.).- En medio de la crisis causada por la pandemia del COVID-19 y de un aumento en las tensiones políticas, la confianza de los consumidores en Brasil cayó 22 puntos en abril, y se ubicó en el menor nivel de su historia, según un estudio divulgado este lunes.
El Índice de Confianza del Consumidor, medido por el centro de estudios de la Fundación Getúlio Vargas (FGV), se situó en abril en los 58,2 puntos, lo que supone una reducción de 22 puntos respecto al mes anterior, el menor nivel registrado en los últimos 15 años, cuando la FGV inició los sondeos mensuales.
Según el informe de la FGV, la caída en las intenciones de compra de los brasileños está "directamente relacionada" con el pesimismo en relación a las expectativas sobre las finanzas familiares, que vienen siendo afectadas con las medidas de aislamiento de la pandemia.
"Con el COVID-19 y las medidas de aislamiento, los consumidores perciben un empeoramiento de la situación económica del país y cómo esto afecta a sus condiciones financieras en este momento", sentenció en un comunicado la coordinadora de sondeos de la FGV, Viviane Seda Bittercourt.
Según Bittercourt, el "nivel elevado de incertidumbre" no solo económica sino también política, convierte en "difícil" la posibilidad de "ver una mejora significativa en los próximos meses".
En plena pandemia, que ya deja más de 4.200 muertos en Brasil y que se acerca a los 70.000 casos, la potencia sudamericana encara su momento más tenso desde que Jair Bolsonaro llegó al poder, tras la dimisión del exjuex Sergio Moro a su cargo como ministro de Justicia, tan solo unos días después de que el mandatario destituyera al titular de la cartera de Salud Luiz Henrique Mandetta.
Según el estudio de la FGV, la pérdida de confianza de los consumidores brasileños se redujo en abril en "todas las clases de renta", aunque principalmente para las familias con menor poder adquisitivo, donde la confianza llegó a caer 23 puntos.
"El pesimismo en relación a los próximos meses es homogéneo entre las diversas clases de renta y esto hace que todos coloquen el pié en el freno en relación al consumo, manteniendo apenas los gastos con bienes y servicios esenciales", dijo Seda Bittercourt.