LONDRES, 13 jun (Reuters) -La economía británica se contrajo inesperadamente en abril, según mostraron cifras oficiales el lunes, lo que aumenta los temores de una desaceleración tres días antes de que el Banco de Inglaterra anuncie la magnitud de su última respuesta a los tipos de interés ante el aumento de la inflación.
El producto interior bruto (PIB) de Reino Unido se contrajo un 0,3% tras caer un 0,1% en marzo, lo que supone los primeros descensos consecutivos desde abril y marzo de 2020, al inicio de la pandemia de coronavirus.
Los economistas encuestados por Reuters esperaban de promedio que el PIB británico creciera un 0,1% en abril respecto a marzo.
El PIB habría crecido un 0,1% excluyendo el impacto de la reducción de los programas estatales de prueba y rastreo y de vacunación del Gobierno británico contra el coronavirus, según la Oficina Nacional de Estadística británica (ONS, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, se trata de la primera vez desde enero del año pasado en que todos los principales sectores económicos de Reino Unido se contrajeron.
En los tres meses hasta abril, el PIB aumentó un 0,2%, más débil que la previsión de Reuters de un 0,4% y con una fuerte desaceleración respecto al crecimiento del 0,8% en los tres meses hasta marzo.
Muchas empresas afirmaron de que el aumento de los costes de producción había afectado a su negocio, según la ONS.
Martin Beck, asesor económico jefe del grupo de análisis EY ITEM Club, dijo que los datos son una mala plataforma de lanzamiento para el segundo trimestre, que corre un mayor riesgo de mostrar una pequeña contracción.
Es probable que el crecimiento repunte en el tercer trimestre, por lo que las posibilidades de que se produzca un segundo descenso trimestral consecutivo del PIB —la definición tradicional de una recesión técnica— parecen bajas.
"Pero las perspectivas de crecimiento son malas. La ya de por sí grave restricción del poder adquisitivo de los hogares se verá afectada negativamente por el impacto inflacionista de las fricciones de la cadena de suministro mundial y la reciente debilidad de la libra esterlina", afirmó Beck.
SUNAK: "ES GLOBAL"
El ministro de Finanzas británico, Rishi Sunak, que el mes pasado anunció un apoyo extra para los hogares y según lo previsto tomará medidas similares a lo largo de este año, dijo que Reino Unido no es el único que se enfrenta al impacto de la inflación creciente y a las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania.
"Los países de todo el mundo están experimentando una desaceleración del crecimiento, y el Reino Unido no es inmune a estos desafíos", dijo en un comunicado.
Sin embargo, la semana pasada la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico dijo que el producto interior bruto británico crecerá un 3,6% este año antes de estancarse en un 0,0% el año que viene, lo que supone la previsión más débil para 2023 entre todos los países del Grupo de los 20, a excepción de Rusia, afectada por las sanciones.
El lunes, la Confederación de la Industria Británica advirtió de un estancamiento y posiblemente una recesión.
A pesar de la desaceleración, se espera que el Banco de Inglaterra suba los tipos de interés por quinta vez desde diciembre el jueves.
El banco central ha previsto que la inflación supere el 10% en el último trimestre del año, cinco veces su objetivo.
La mayoría de los inversores y economistas prevén otra subida de tipos de un cuarto de punto esta semana, lo que llevaría el tipo de interés del Banco al 1,25%, su máximo desde 2009.
Los economistas dijeron que había algunas noticias alentadoras en los datos del PIB del lunes, incluyendo un aumento del 2,6% en los servicios orientados al consumidor, como la peluquería y la industria del aseo. El sector minorista también creció un 1,4%.
Sin embargo, el aumento de las tarifas eléctricas domésticas en abril y el incremento de los impuestos que pagan los trabajadores, introducidos ese mes, probablemente pondrán bajo presión el nivel de vida y la economía en general.
Otros datos comerciales publicados por separado por la ONS mostraron el impacto de las sanciones a Rusia, con una caída de las exportaciones al país hasta el valor mensual más bajo desde enero de 1999, y de las importaciones al más bajo desde marzo de 2004.
Con el coste de la energía en alza, Reino Unido importó 9.800 millones de libras de productos de combustible sólo en abril, la cifra más alta desde que se iniciaron los registros en 1997 y que representa alrededor de una quinta parte de todas las importaciones de bienes.
(Reporte de William Schomberg y Andy Bruce; edición de Kylie MacLellan y Catherine Evans; traducción de Flora Gómez)