Madrid, 12 sep (.).- Las tres patronales de la distribución que han participado este lunes en la reunión con la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, han tachado de "inviable y contraproducente" la propuesta de elaborar una cesta de la compra básica a precios cerrados.
En un comunicado conjunto, la Asociación Española de Cadenas de Supermercados (ACES), la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) y la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) han coincidido en señalar que las empresas de distribución alimentaria no pueden aceptar el acuerdo de dicha cesta de la compra, como les ha pedido Díaz.
En su opinión, resulta "inviable y contraproducente" llegar a un acuerdo para limitar los productos básicos de la cesta de la compra porque se parte de "un diagnóstico erróneo de la formación de precios en la cadena" y porque "la experiencia en otros países ha resultado fallida".
Las organizaciones han reclamado a la vicepresidenta medidas para luchar contra la inflación y para reducir los costes empresariales, entre los que destacan la bajada del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) de los alimentos, una moratoria a impuestos medioambientales, el descenso del coste regulatorio y la disminución del coste de la energía.
Han destacado que sus empresas ya trabajan para ofrecer una "cesta de la compra económica", a través de productos de marca propia, más promociones y descuentos; y que "la dinámica competitiva del sector ha contribuido a amortiguar la fuerte escalada de la energía y las materias primas".
Tras reunirse con Díaz, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, y organizaciones de consumidores, las patronales de la distribución han asegurado que los acuerdos firmados por el expresidente de Francia Nicolas Sarkozy en 2004 y 2010 tuvieron como resultado "un descenso del consumo y una bajada muy importante de la calidad de los productos en las gamas afectadas".
Además, han subrayado la estabilidad de los precios de la alimentación en España en los últimos veinte años y han argumentado que la actual subida del precio está relacionada con el aumento del coste de la energía, los carburantes y las materias primas, agravado por la guerra de Ucrania.
Las asociaciones han apuntado que la estructura de la distribución alimentaria, donde el comercio tradicional tiene una importante cuota de mercado en productos frescos, obligaría a participar a cientos de empresas en un hipotético pacto, que presentaría "graves riesgos para la competencia", al "perjudicar a unos comerciantes frente a otros y a los consumidores de poblaciones pequeñas".