París, 6 oct (.).- La economía francesa se ralentizará en el último trimestre del año, con un crecimiento nulo del producto interior bruto (PIB) y un freno a la confianza de consumidores y empresas, aunque el empleo se mantendrá estable, ha anunciado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INSEE).
Las nuevas previsiones desveladas este jueves por el organismo apuntan a un crecimiento del PIB del 0,2 % en el tercer trimestre y estancamiento (0 %) en el cuarto, para un aumento total del 2,6 % en el conjunto de 2022, la cifra prevista en la última evaluación.
En cambio, el INSEE revisó ligeramente a la baja su previsión de inflación para este año, que ahora es del 6,4 %, frente al 6,6 % de septiembre.
Igual que el PIB, diversos indicadores coinciden en un crecimiento moderado durante el tercer trimestre y una ralentización o incluso estancamiento en el cuarto, según el INSEE, que señaló en concreto al consumo y la actividad en los servicios.
La industria manufacturera incluso podría registrar un descenso de su actividad en el cuarto trimestre.
El informe del INSEE detecta una "degradación" de la confianza de comercio y en los hogares. El deterioro es algo más ligero en los servicios, pero más marcado en la industria, en la que comienzan a aumentar los inventarios.
En cuanto al empleo, 2022 se cerrará con la creación de 300.000 puestos de trabajo netos y un índice de desempleo del 7,4 %, la cifra actual.