Seúl, 27 oct (EFE).- El producto interior bruto (PIB) surcoreano ralentizó su crecimiento en el tercer trimestre del año y se expandió apenas un 0,3 % con respecto a abril-junio ante el flojo avance de las exportaciones y un debilitamiento del consumo privado dada la actual tendencia inflacionaria, informó hoy el Banco de Corea (BoK).
El dado contrasta con la expansión del 0,7% que la cuarta economía de Asia registró en los tres meses anteriores.
En tasa anual la economía surcoreana creció un 3,1 %, un ritmo mayor si se compara con el 2,9 % del segundo trimestre.
En todo caso, se trata del menor ritmo de crecimiento para Corea del Sur desde el tercer trimestre de 2021, en el que país mantenía activadas fuertes restricciones debido a los contagios de covid y creció apenas un 0,3 % en relación a los tres meses anteriores.
Las exportaciones, pilar de la economía surcoreana, crecieron en julio y septiembre de este año un 1 % con respecto al trimestre anterior.
Pese a contrastar con la contracción del 3,1 % de abril-junio, se trata de un ritmo de crecimiento débil.
A su vez, las importaciones crecieron un 5,8 % en comparación con la retracción del 1 % que se vio en los tres meses anteriores.
El consumo privado creció con respecto al segundo trimestre, un 1,9 %, pero se debilitó, ya que venía de expandirse en el segundo cuarto del año un 2,9 %.
El gasto público se debilitó también, al crecer un 0,2 % frente al 0,7 % de hace tres meses.
Solo la inversión de capital corporativo trajo buenas noticias, al acelerar su crecimiento, que pasó de un 0,5 % en abril-junio a un 5 % este trimestre, mientras la construcción se fortaleció ligeramente al crecer un 0,4 % en comparación con el 0,2 % del lapso abril-junio.
Esta ralentización del crecimiento surcoreano se produce en un momento marcado por el endurecimiento de políticas monetarias a nivel global (incluyendo en Corea del Sur, donde el referencial se ha incrementado en 2,5 puntos porcentuales desde agosto de 2021) de cara a enfriar la inflación, lo que dibuja a su vez horizontes de recesión.
A su vez, la economía surcoreana, enormemente dependiente de sus dos mayores socios comerciales, China y EE.UU., está especialmente expuesta a las nuevas subidas del precio del dinero que planea la Reserva Federal y a las estrictas normas para combatir la covid que aún mantiene el país vecino.