Investing.com – La tasa de evolución anual del índice de los precios al consumo del Reino Unido descendió en noviembre hasta registrar mínimos de 21 meses, alimentando las expectativas de que el Banco de Inglaterra se abstendrá de implementar más ajustes de política monetaria.
En términos anuales, el IPC del Reino Unido subió un 2.3% el mes pasado, su cota más baja desde marzo de 2017, tras la subida del 2,4% de octubre.
En términos mensuales, la inflación de precios al consumo subió un 0,2% en noviembre. Esto coincide con los pronósticos y supera ligeramente el 0,1% del mes anterior.
El IPC subyacente, del que se excluyen los costes de los alimentos, la energía, el alcohol y el tabaco, subió en noviembre un 1,8%, tal y como estaba previsto y frente al 1,9% del mes anterior.
Los traders creen que el banco central de Reino Unido no efectuará ningún cambio en los tipos de interés cuando anuncie su decisión el jueves, ante el estancamiento político actual en cuanto a los esfuerzos del Reino Unido para salir de la Unión Europea.
El Banco de Inglaterra ha elevado los tipos de interés dos veces desde noviembre de 2017 y espera seguir subiéndolos poco a poco. Pero las autoridades mantienen la cautela mientras aguardan a comprobar si el Brexit tiene lugar de una forma tranquila, a pesar de la reciente aceleración de la inflación salarial.
Los últimos datos han indicado que los ingresos semanales medios, incluyendo los bonos, aumentaron un 3,3% interanual en octubre, la mayor subida desde julio de 2008.
"Esta es una de las principales razones por las que las autoridades parecen dispuestas a ajustar la política monetaria, aunque en vista del revuelo del Brexit, cada vez es más probable que el banco central no tome ninguna medida durante la primera mitad de 2019 (y posiblemente más tiempo)”, explicaban los economistas de ING en una nota.