FRÁNCFORT, 31 mar (Reuters) - Según mostraron el viernes los datos de Eurostat, la inflación de la zona euro registró en marzo la mayor caída de su historia, pero el crecimiento de los precios subyacentes se aceleraron. Esto reforzará la idea de que el Banco Central Europeo suba más los tipos de interés en su próxima reunión.
Los precios al consumo aumentaron un 6,9% en marzo, tras un avance del 8,5% en febrero, lo que supone la mayor desaceleración desde que Eurostat empezó a recopilar datos desde 1991.
La caída se debió casi exclusivamente a un descenso de los precios de la energía en comparación con el mes de marzo del año pasado, cuando se habían disparado a raíz de la invasión rusa de Ucrania.
No obstante, y a pesar de estos buenos datos, el índice que excluye los precios de la energía y los alimentos, conocido por los economistas como inflación subyacente y considerado un mejor indicador de la tendencia subyacente, se aceleró ligeramente hasta el 7,5% desde el 7,4% de febrero.
De este modo, analistas consultados por Reuters esperaban que la inflación general de los 20 países que comparten el euro se situara en el 7,1% y la subyacente en el 7,5%.
Tras una racha récord de subidas de tipos en el último año, el BCE se ha abstenido de comprometerse a más subidas, alegando que ello dependería de si amainan o no las actuales turbulencias en el sector bancario y de los datos, incluida la inflación subyacente.
Sin embargo, varios responsables del BCE, entre ellos su economista jefe, Philip Lane, han comentado recientemente que es probable que se necesiten más subidas de los costes de endeudamiento para que la inflación vuelva a situarse en el objetivo del 2% fijado por el banco central.
(Información de Francesco Canepa; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)