Shanghái (China), 15 dic (EFE).- La producción industrial en China subió un 3,8 % interanual en noviembre, un avance 0,3 puntos superior al del mes anterior pero todavía por debajo de las marcas anteriores a septiembre, según los datos oficiales que publicó hoy la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
Sin embargo, el repunte es superior al esperado por los analistas, de en torno a un 3,6 %.
Entre las tres principales categorías en las que la ONE divide el indicador, destaca el avance de la de producción y suministro de electricidad, energía térmica, gas y agua (+11,1 % interanual) ante las medidas tomadas por Pekín para garantizar el suministro de cara al invierno tras los apagones y políticas de racionamiento en varias partes del país desde mediados de septiembre.
Las autoridades ordenaron aumentar la producción y la importación de carbón -material con el que China genera un 60 % de su energía- y flexibilizaron los límites a la fluctuación de los precios de la electricidad para que las compañías energéticas pudieran dejar de operar a pérdidas, ya que no podían trasladar la subida de los precios hulleros a los consumidores.
Esto se tradujo también en una subida del 6,9 % de la producción de la industria minera, un ritmo muy superior al de la tercera categoría del indicador, la manufactura (+2,9 %).
Sin embargo, dentro de esta última, la ONE destaca específicamente el crecimiento de la producción de la industria manufacturera de alta tecnología, de un 15,1 % interanual, impulsada concretamente por productos como los vehículos eléctricos (+112 %).
SEÑALES DE RALENTIZACIÓN
La agencia estadística también publicó hoy otros indicadores como las ventas al por menor, medidor del estado del consumo, clave para la recuperación económica, que quedó muy por debajo de lo esperado al crecer un 3,9 % interanual, 1 punto menos que en octubre.
Por su parte, el desempleo en las zonas urbanas subió 0,1 puntos hasta el 5 % tras dos meses consecutivos en su mejor nivel desde diciembre de 2018.
Sobre la inversión en activos fijos, la ONE no aporta más que el crecimiento acumulado hasta noviembre, que es de un 5,2 %, 0,9 puntos menos que hasta octubre; los datos muestran una clara tendencia a la ralentización, especialmente si se tiene en cuenta que entre enero y agosto el avance de este indicador fue a doble dígito cada mes.
La institución asegura que la economía china "conservó su inercia" en noviembre y que los principales indicadores macroeconómicos se mantuvieron en un "rango razonable", pero reconoce un entorno internacional "cada vez más complejo" y muchas "limitaciones" a la recuperación económica a nivel nacional.
Las autoridades chinas ya han comenzado a mover ficha al respecto, con medidas como la tomada por el banco central para liberar unos 188.000 millones de dólares en el sistema financiero, mientras el gobernante Partido Comunista (PCCh) anunciaba que se centraría en la "estabilidad" ante un 2022 marcado por la contracción de la demanda, los problemas de las cadenas de suministro o la rebaja de las expectativas.