Bruselas, 21 jun (.).- La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, consideró este lunes que el efecto en la inflación de la eurozona que tendrá un aumento de los precios en Estados Unidos (EE.UU.) será previsiblemente moderado.
"Los efectos internacionales de la inflación en Estados Unidos pueden verse amplificados si los ciudadanos de la eurozona configuran sus expectativas de inflación en función de la evolución en Estados Unidos. Sin embargo, en general, se espera que los efectos sobre la inflación de la zona euro sean moderados", dijo Lagarde en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo.
Estos efectos en la inflación, añadió, se producen tanto de forma directa por los bienes importados de Estados Unidos como a través de varios mecanismos comerciales indirectos o de expectativas.
"Por ejemplo, en la medida en la que el aumento de la inflación refleja una mayor demanda en Estados Unidos, las presiones inflacionistas para la zona del euro pueden materializarse debido a una mayor demanda exterior de bienes y servicios de la zona del euro", explicó.
La semana pasada, tanto la Comisión Europea como la Organización Europea para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) consideraron que el aumento de la tasa de inflación en la Unión Europea será temporal y no vieron motivo de alarma excesiva o que justifique adelantar la retirada de estímulos.
La tasa de inflación en la eurozona comenzó a subir en enero de este año al 0,9 %, y en mayo alcanzó el 2 %, según las primeras estimaciones; si bien el aumento de la inflación subyacente, que excluye el efecto de los precios de energía y alimentos frescos por ser los más volátiles, fue más contenido, hasta el 0,9 % en mayo.
En Estados Unidos, por contra, la Reserva Federal elevó la semana pasada sus previsiones de inflación para este año y adelantó a 2023 la fecha en la que podría empezar a subir los tipos de interés.
El temor es que el aumento del gasto por la demanda acumulada durante la pandemia de la covid provoque una subida de la inflación que obligue a endurecer la política monetaria europea -incrementando tipos de interés o reduciendo compras de deuda- o que Estados Unidos tome esta vía mientras que Europa mantiene condiciones más acomodaticias, lo que podría afectar a la divisa.
El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, señaló que será necesario "vigilar muy de cerca" el aumento de los precios y que no está claro que la evolución en EE.UU. y Europa vayan a ir en paralelo, pero llamó a "mirar también al efecto positivo del paquete de estímulos de EE.UU., no solo al riesgo de inflación o de diferentes políticas monetarias".
Bruselas, señaló, espera que el estímulo adoptado por la Administración Biden impulse un 0,5 % adicional el crecimiento en Europa.
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