Por Balazs Koranyi y Francesco Guarascio
FRÁNCFORT/BRUSELAS (Reuters) - Christine Lagarde dio un gran paso el miércoles para convertirse en la próxima presidenta del Banco Central Europeo, asegurándose el respaldo de una comisión del Parlamento Europeo tras comprometerse a mantener una política monetaria flexible al tiempo que se emprende una amplia revisión de la estrategia.
Lagarde, que debería tomar el relevo de Mario Draghi el 1 de noviembre, argumentó que una inflación persistentemente baja requiere de estímulos prolongados. Pero también reconoció que las economías han cambiado en la última década, y que los nuevos desafíos, incluido el cambio climático, justifican una profunda revisión en la formulación de las políticas.
Las perturbaciones sin precedentes han obligado al BCE a reinventar sus medidas durante la última década. Ya ha agotado muchas de las iniciativas no convencionales que tenía a su disposición sin volver a elevar la inflación a su objetivo de casi el 2 por ciento.
"El 2003 queda muy lejos y muchas cosas han cambiado en lo que respecta al BCE", dijo Lagarde a la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, refiriéndose a la última revisión general de la estrategia del BCE.
"Creo firmemente que se tendrían que llevar a cabo un análisis del coste/beneficio (de la política) y posiblemente una revisión del marco monetario, no sólo por el BCE, sino también en coordinación con los bancos centrales de todo el mundo, lo cual está justificado, dadas las circunstancias", dijo.
Con el respaldo del Parlamento, Lagarde espera ahora la confirmación final de los líderes de la zona euro a mediados de octubre, una formalidad, ya que el bloque parece estar unido en el apoyo a su candidatura.
(Editado por Catherine Evans y Toby Chopra; traducido por Laura Hijón en la redacción de Gdynia)