Por Balazs Koranyi
FRÁNCFORT, 10 oct (Reuters) - Las nuevas compras de bonos y tipos escalonados de los depósitos bancarios generaron una gran oposición en la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo en septiembre, incluso pese a que todas las autoridades concordaron en la necesidad de más estímulos, según las actas publicadas el jueves.
En medio de una desaceleración de la zona euro, el BCE decidió el mes pasado recortar aún más sus tasas en territorio negativo, comprar bonos de forma indefinida y proveer a los bancos cierto alivio al introducir tasas escalonadas, con la esperanza de reducir los costos de endeudamiento y estimular la inversión y el crecimiento.
Sin embargo, más de un tercio de las autoridades -incluyendo los jefes de los bancos centrales de los principales países de la zona euro, Alemania y Francia- se opusieron a nuevas compras de bonos, en el mayor enfrentamiento público sobre política vivido por el jefe del BCE, Mario Draghi, en sus ocho años al frente del organismo.
Los disidentes dijeron que, al mantener el programa de compras de bonos sin final abierto, el BCE podría estar "cediendo a las demandas" de los mercados de seguir adquiriendo deuda, lo que podría poner en cuestionamiento los límites que la propia institución estableció en torno al esquema.
"Esto agotaría el universo de activos para comprar y pondría en duda los límites del programa, que fueron considerados importantes para asegurar que el límite entre política monetaria y política fiscal no se viera difuminado", indicaron las actas de la última reunión del BCE.
La entidad puede comprar hasta un tercio de la deuda de cada país de la zona euro y está llegando a este umbral para el caso de Alemania, lo que indica que la próxima jefa del BCE, Christine Lagarde, quien asumirá el 1 de noviembre el puesto de manos de Draghi, tendrá que evaluar la posibilidad de modificar las propias normas de la entidad.
"Varios miembros consideraron que los argumentos para renovar las compras de activos netos no eran lo suficientemente sólidos, ya sea porque los veían como un instrumento poco efectivo (...) o una alternativa de último recurso", indicaron las actas.
El BCE comenzará a comprar deuda a un ritmo de 20.000 millones de euros al mes a partir del 1 de noviembre y anunció que seguirá con el programa "por el tiempo que sea necesario".
(Editado en español por Marion Giraldo)