La Haya, 1 ago (.).- El Gobierno neerlandés anunció hoy un nuevo esquema con 148 millones de euros para incentivar a las empresas a la producción de tecnología verde de alta calidad, lo que incluye instalaciones de electrólisis, paneles solares y baterías innovadoras, lo que busca estimular una transición hacia una economía limpia que requiera menos o ninguna energía fósil.
El Ejecutivo neerlandés, que tomó posesión a principios de julio con la derecha radical como socio mayoritario de una coalición de cuatro partidos, acordó un nuevo plan para estimular la tecnología verde titulado “Subsidio para una industria manufacturera de alta calidad”, el primer esquema con el que un Gobierno neerlandés apoya la producción a gran escala en la industria manufacturera.
Este programa tiene como objetivo alentar a las empresas de fabricación de alta tecnología a establecer líneas de producción para instalaciones de electrólisis, paneles solares y baterías, para acelerar el suministro de una energía verde y una economía en la que se reduzca o elimine el uso de energía fósil.
“Las instalaciones de electrólisis utilizan electricidad para convertir agua en hidrógeno y oxígeno. La producción de instalaciones de electrólisis, así como la producción y reciclaje de baterías y la fabricación de paneles solares, es importante para la sostenibilidad en Países Bajos. Estas tecnologías juegan un papel esencial en la transición hacia un suministro de energía verde. Reducen la dependencia de la energía fósil y nos aseguran ser menos dependientes de otros países”, subrayó el Ministerio de Economía y Clima.
La ministra neerlandesa, Sophie Hermans, aseguró que “construir y desarrollar nuevas industrias verdes es increíblemente importante” para Países Bajos, su economía y los objetivos climáticos acordados, y explicó que “los emprendedores idean las soluciones, pero el paso a mayores volúmenes de producción a menudo es difícil”.
Este esquema ofrece ahora un “apoyo financiero directo” para las inversiones y “lo que lo hace único”, subraya el Ministerio, es que “las empresas no necesitan demostrar una reducción directa de CO2”, puesto que el Gobierno dice ser consciente de que este objetivo final “no ocurre directamente (con la fabricación) sino cuando el cliente utiliza la tecnología", como en la industria química o la construcción.
Las empresas que cumplan con los requisitos pueden presentar una solicitud a la Agencia Empresarial de Países Bajos (RVO) a partir del 1 de octubre.