Investing.com - Los futuros sobre petróleo del West Texas Intermediate registraron mínimos de más de más de 17 meses este jueves lastrados por la abundancia de reservas y las preocupaciones suscitadas en torno a la ralentización de la demanda.
El petróleo para entrega en noviembre se negoció en el New York Mercantile Exchange a 90,15 USD por barril durante la mañana de la jornada de negociación en Europa, retrocediendo 58 centavos con respecto al precio de liquidación del miércoles, de 90,73 USD.
Los precios del petróleo se dejaron durante la jornada anterior 43 centavos. Era posible que los futuros encontraran un soporte en 89,56 USD por barril, su cota más baja desde el 11 de septiembre, y una resistencia en 92,96 USD por barril, su máximo del 1 de octubre.
La Administración de Información Energética de Estados Unidos anunció este miércoles que las reservas de petróleo de la nación descendieron en 1,4 millones de barriles durante la semana pasada, frente a las expectativas que apuntaban a un ascenso de 0,7 millones de barriles.
El informe indicaba también que el suministro de crudo de Cushing, Oklahoma, el punto de entrega de los contratos de petróleo, aumentó la semana pasada en 315.000 barriles, hasta un total de 20,5 millones.
Los inversores aguardaban la publicación del último informe sobre empleo de Estados Unidos, prevista para este viernes, para conocer más indicaciones sobre la fuerza de la recuperación del mercado laboral.
Los actores del mercado aguardan ahora también la reunión del jueves sobre política monetaria del Banco Central Europeo ante las crecientes expectativas de que el banco central anunciará medidas de relajación cuantitativa para impulsar el crecimiento y evitar la deflación.
Por otra parte, en el ICE Futures Exchange de Londres, el petróleo Brent para entrega en noviembre se dejó 64 centavos para negociarse a 93,52 USD por barril durante la mañana de la jornada de negociación en Europa.
Los precios del Brent que se negocian en Londres se situaron al comienzo de la sesión en 93,40 USD, su cota más baja desde junio de 2012, pues todo apuntaba a que el suministro global sería abundante a pesar de la actual situación de violencia en el norte de África y en Oriente Próximo.