Buenos Aires, 7 may (.).- El presidente argentino, Alberto Fernández, anunció este viernes una serie de medidas para mejorar el poder adquisitivo de los más pobres en el país, pidió el aporte de los empresarios ante la inflación en los alimentos y avisó a los acreedores que privilegiará a los argentinos.
"Tiene que ver la manera de poder financiar este esfuerzo que el Estado está haciendo", señaló Fernández.
Fernández mandó el mensaje a los acreedores que “primero están los argentinos”, en medio de las negociaciones del país austral con el Fondo Monetario Internacional por la deuda de unos 45.000 millones de dólares y la petición de los senadores oficialistas para que los derechos especiales de giro que otorgaría el organismo multilateral se apliquen a pagar los gastos de la pandemia y no los vencimientos.
“Ningún acreedor va a ser priorizado a los intereses de los argentinos (...) Los acreedores deberán esperar hasta que los argentinos recuperen la dignidad de vivir en una sociedad que los contenga”, dijo Fernández.
Según el anuncio, la Tarjeta Alimentar se entregará a las madres con hijos hasta 14 años, aporte de dinero que hasta ahora era para comprar alimentos de familias con niños de hasta seis años.
La Tarjeta Alimentar -cuyos montos varían de 6000 pesos (63 dólares) a 12.000 pesos (127 dólares)- alcanzará así a 3,7 millones de niños y a casi 2,5 millones de familias, muchas de las cuales además reciben otros programas sociales.
Según explicó, este programa costará unos 250 millones de pesos al Estado, un 0,7 % del PBI.
El anuncio se realizó al finalizar la quinta reunión del Consejo Federal Argentina contra el Hambre, donde el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, recordó que 57 % de los menores de 14 años del país son pobres, mientras que 10 millones de personas reciben asistencia alimentaria y persisten problemas de calidad nutricional.