Madrid, 13 ene (.).- El Ministerio para la Transición Ecológica ha sacado a audiencia pública hasta el próximo 3 de febrero el proyecto de orden por el que se aprueban las bases para una línea de ayudas dotada de 50 millones de euros para sustituir combustibles fósiles por energías renovables en la industria.
Según ha informado este viernes en una nota de prensa, esta convocatoria, enmarcada en el Plan de Recuperación que moviliza fondos europeos, proporcionará a la industria cogeneradora una alternativa de suministro energético viable y asequible, reduciendo costes y emisiones y mejorando la competitividad de las empresas.
La línea de incentivos estará gestionada por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio.
Son elegibles instalaciones de producción de energía eléctrica o de cogeneración a partir de biomasa, biogás, energía eólica, hidroeléctrica o solar fotovoltaica.
En el caso de la producción de energía térmica, se incluyen instalaciones de biomasa, biogás, geotermia, hidrotermia, aerotermia o energía solar térmica.
El importe de las ayudas se encuentra en una horquilla que va desde los 50.000 hasta los 15 millones de euros por proyecto.
En cuanto a la intensidad de las subvenciones, podrán cubrir hasta el 65 % de la idea con un incremento según el tipo de empresa: un 10 % si es pequeña, un 5 % si es mediana, y otro 5 % adicional si se ubica en un municipio de reto demográfico.
CRITERIOS DE VALORACIÓN
El proyecto de bases plantea varios criterios de valoración, como el económico, o el de régimen retributivo restante, que busca primar a aquellas instalaciones con mayor tiempo restante a la cogeneración existente para favorecer iniciativas que supongan un mayor ahorro, tanto para los consumidores como de emisiones.
También se apoyarán proyectos que busquen optimizar el aprovechamiento de la energía generada, según el modo de utilización de la producción, y la sustitución de la planta existente con ahorro de energía primaria.
En línea con los objetivos del Plan de Recuperación, se tendrán en cuenta además externalidades positivas, como el impacto beneficioso en zonas de Transición Justa y Reto Demográfico, en pequeñas y medianas empresas (pymes) y en el ámbito social.