WASHINGTON, 21 dic (Reuters) - Las ventas de casas usadas en Estados Unidos cayeron a un mínimo de dos años y medio en noviembre, ya que el mercado de la vivienda continuó siendo presionado por las tasas hipotecarias más altas.
Las ventas de viviendas usadas bajaron un 7,7% a una tasa anual desestacionalizada de 4,09 millones de unidades el mes pasado, el nivel más bajo desde mayo de 2020, dijo el miércoles la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios. Fuera de la caída durante la primera ola de la pandemia de COVID-19 en la primavera de 2020, este fue el nivel más bajo desde noviembre de 2010.
Ahora las ventas han disminuido durante 10 meses consecutivos, el período más largo desde 1999. Descendieron en las cuatro regiones en noviembre. Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que las ventas caerían a un ritmo de 4,20 millones de unidades.
Las ventas de casas usadas, que representan una gran parte de las ventas de viviendas del país, cayeron un 35,4% interanual en noviembre.
El ciclo de aumento de tasas de interés más rápido de la Reserva Federal desde la década de 1980 ha tenido el mayor impacto en la vivienda. El banco central está tratando de frenar una inflación inaceptablemente alta al reducir la demanda de todo, desde casas hasta mano de obra.
Informes de esta semana mostraron que la confianza entre los constructores de viviendas bajó por duodécimo mes consecutivo en diciembre, un récord, mientras que la construcción de viviendas unifamiliares y los permisos cedieron a un mínimo de dos años y medio en noviembre.
La tasa promedio de una hipoteca de tasa fija a 30 años aumentó a más del 7% hace unos meses, la más alta desde 2002, según datos de la agencia de financiamiento hipotecario Freddie Mac. Aunque la tasa ha retrocedido al 6,31% la semana pasada, es el doble de lo que era hace un año.
El mercado de la vivienda se disparó a principios de la pandemia cuando los estadounidenses buscaron propiedades más grandes para albergar oficinas en el hogar, lo que elevó los precios más allá del alcance de muchos. Incluso con una demanda a la baja, la oferta sigue siendo escasa, lo que mantiene elevados los precios, aunque el ritmo de aumento se está desacelerando.
El precio medio de la vivienda usada aumentó un 3,5% respecto al año anterior a 370.700 dólares en noviembre. Todavía era el precio de la vivienda más alto para cualquier noviembre y los precios se mantienen alrededor de un 37% por sobre su nivel previo a la pandemia.
Había 1,14 millones de viviendas de segunda mano en el mercado, un 2,7% más que hace un año. Al ritmo de ventas de noviembre, se necesitarían 3,3 meses para agotar el inventario actual, frente a los 2,1 meses del año pasado. Un suministro de cuatro a siete meses se considera un equilibrio saludable entre la oferta y la demanda.
(Reporte de Lucía Mutikani; Editado en Español por Manuel Farías)