Bruselas, 7 ago (EFE).- El grupo bancario y de seguros belga KBC anunció hoy una pérdida neta de 539 millones de euros en el segundo trimestre del año, debido a la devaluación de algunos activos de los que la entidad prevé deshacerse en su proceso de reestructuración.
El resultado, dado a conocer en un comunicado, contrasta con el beneficio neto de 333 millones de euros registrado en el mismo periodo de 2011.
Si se excluyen los elementos excepcionales y no operacionales, KBC registró un beneficio de 372 millones de euros, frente a los 528 del segundo trimestre del año pasado.
Las pérdidas, por tanto, se derivan principalmente de las revisiones a la baja del valor de varios de sus negocios, como el Absolut Bank ruso, el NLB esloveno o las actividades de KBC en Serbia y Alemania, de los que el grupo belga pretende deshacerse.
"Dada nuestra determinación a continuar con las cesiones, hemos decidido (...) contabilizar pérdidas de valor", explicó en la nota el consejero delegado de la entidad, Johan Thijs.
En total, esas depreciaciones alcanzaron los 1.200 millones de euros, según el grupo.
Las operaciones de venta se enmarcan en el plan de reestructuración de KBC, al que se vio obligado a someterse tras recibir ayuda pública y que este año recibió el visto bueno de la Comisión Europea (CE).
Además, KBC destinó 136 millones de euros a provisiones de pérdidas sobre créditos en Irlanda y avanzó que en el conjunto del año los números rojos del negocio en la isla sumarán entre 500 y 600 millones.
El banco, en todo caso, destaca los resultados positivos de sus actividades principales, concentradas en Bélgica y en Europa central.
"El segundo trimestre estuvo marcado por un bueno rendimiento del negocio, progresos considerables en el frente de las desinversiones, una reducción de riesgos significativa y un refuerzo de nuestra posición de capital y de liquidez", indicó Thijs.
La entidad, según su comunicado, ha rebajado "casi a la mitad" su exposición a la deuda soberana de los países del sur de Europa entre abril y junio a través de una "reducción sustancial de su exposición a los bonos españoles e italianos". EFE